El guardián del chavismo en Europa sigue empeñado en liderar la ‘contra’ frente al trumpismo, alineándose con la China de Xi Jinping si es menester, sin más avales que su precaria situación en España con un gobierno en retirada. La cruzada de Sánchez contra Trump y sus “tecno-billonarios” le puede de salir cara a nuestro país tras el rechazo a aumentar el gasto militar que exige al resto de aliados de la OTAN.
El inquilino de la Moncloa sigue buscando votos hasta debajo de las piedras en las que puede encontrar hasta escorpiones, según su correligionario García Page, y Puigdemont se jacta de haber debilitado aún más al Gobierno tras imponer el Decreto ómnibus troceado que Feijóo no tiene más remedio que tragar. En el ámbito judicial tanto el Fiscal general del Estado como el hermano de Sánchez están más cerca de someterse a juicio oral tras sus respectivas imputaciones, mientras la directora del Centro nacional de Oncología es cesada de manera fulminante después de una gestión despótica y no pocas irregularidades.
Trump-Sánchez, enemigos distantes
Las discrepancias ideológicas entre ambos dirigentes han llevado al presidente español a posicionarse entre los países que chocan abiertamente contra el universo trumpista y la “tecnocasta” de Silicon Valley, pidiendo a la UE plantar cara a esta “amenaza”. No es de extrañar que en su primera ronda de contactos, Trump haya dejado fuera a España -por detrás de nueve países comunitarios e incluso Marruecos– cuyos ministros ni siquiera han contactado con sus homólogos españoles. Sin duda, es la constatación de que las relaciones con la nueva administración no van a ser una prioridad, sino una fuente de desencuentros.
El secretario general de la organización, Mark Rutte, ya le volvió a recordar al presidente español la advertencia de que, o se invierte un 3% del PIB en defensa o es momento de “aprender ruso o irse a Nueva Zelanda”, deslizando una hipotética invasión de Putin dentro de las fronteras transatlánticas, y en especial en Europa. El ex primer ministro holandés tiene claro que si Trump mantiene la intención de fortalecer la industria ucraniana, la factura “la pagará” un continente desnortado que ni tiene rumbo fijo ni sabe encontrar su lugar en la convulsa geopolítica internacional dominada por las amenazas, el militarismo y hasta la inteligencia artificial.
Semejante tesitura la aprovecha un Sánchez desafiante hasta con un nuevo órdago para contrarrestar el drill, baby, drill (perfora, nena, perfora) petrolero de Trump, frente a las políticas renovables de España oponiendo un green, baby, Green al monopolio de hidrocarburos que ha “condicionado” la voluntad geopolítica de España.
Cañones contra aceitunas
El atrabiliario y poderoso presidente americano tiene claro que el viejo continente debe decidir entre producir más cañones y tanques o la imposición de aranceles a las exportaciones comunitarias por valor de más de medio billón de euros, con un claro déficit comercial para EE. UU. de 300 mil millones. Siete años después de su primer mandato, el líder de la primera potencia mundial repite sus amenazas a la agricultura de nuestro país que ya fue una de las grandes perjudicadas en 2018. Vino, aceite, legumbres y aceitunas sufrieron la ira de la administración trumpista que generó un gran agujero en el sector. Solo la aceituna negra de mesa todavía mantiene un arancel del 35%. Estados Unidos es el primer importador de alimentos y bebidas de España fuera de la Unión Europea, además del séptimo socio comercial con unas exportaciones de 2.747 millones en 2023. La industria agroalimentaria todavía recuerda los aranceles que la Administración Trump aplicó en 2019 por casi 7.000 millones de euros a 113 productos españoles. Una decisión enmarcada por la disputa con la UE por los subsidios a los gigantes aeronáuticos Airbus y Boeing.
El Observatorio de Complejidad Económica de 2022 (OEC) constata la exportación de productos hispanos a EE.UU. por un total de 20,8 mil millones de dólares. Los productos que más enviamos son petróleo refinado (10,5%), aceite de oliva puro (3,3%), medicamentos envasados (3,21%), cerámica sin esmaltar (2,85%), transformadores eléctricos (2,76%), vacunas, sangre, antisueros, toxinas y cultivos (2,76%); y vino (1,81%). Por el contrario, los productos estadounidenses que más importamos son gas y petróleo (26,3%), petróleo crudo (18,6%), medicamentos envasados (14,2%), vehículos de motor (1,88%) y soja (1,42%).
Sánchez, China y Puigdemont
La de Sánchez fue una de las primeras voces comunitarias en ponerse a disposición de China con el argumento de que una guerra comercial “no beneficiaría a nadie”, como reiteró en su último viaje al país asiático en septiembre pasado. España se ha convertido en un destino inversor de compañías chinas en sectores vinculados a la transición energética. Su estrategia para definir una relación común positiva, constructiva, “y por supuesto exigente”, es compartida por la presidenta Von der Leyen -a quien le gustaría suceder-, defensora del “compromiso” para ampliar lazos comerciales y de inversión” con China, recordando que en 2025 se cumple medio siglo de relaciones diplomáticas entre la UE y la República Popular regida por Xi Yin Ping.
Puigdemont se jacta de haber debilitado a Sánchez de nuevo tras imponer el Decreto ómnibus troceado que incorpora medidas sociales como la revalorización de las pensiones, subvención al transporte público o ayudas para los afectados de la DANA, además de la petición de una moción de confianza. El dirigente de Junts asegura, inflexible, que seguirá haciendo “sangrar” al Gobierno, imponiendo nuevas exigencias como las transferencias de inmigración a Cataluña a cambio de negociar los presupuestos. Si esto no se culmina, advierten, no habrá cuentas en 2025. Los pos-convergentes insisten en otro asunto crítico como la «amnistía política» del expresidente catalán que sigue reclamando su rehabilitación. Los socialistas asumen que la relación con el dirigente fugado seguirá siendo «tensa» y más que compleja,
Ortiz, Sánchez, Maroto y Blasco
Tanto el Fiscal General del Estado como el hermano del presidente del Gobierno están más cerca de su procesamiento tras la negativa del primero a responder al Tribunal Supremo por la imputación de García Ortiz al filtrar datos de un particular, y la decisión de la magistrada que investiga a David Sánchez de mantener su acusación por presuntos delitos contra la Hacienda Pública, prevaricación y malversación en la creación de una plaza en el Conservatorio de Música de Badajoz.
Similar actitud mantiene la ex ministra de Industria Reyes Maroto al negarse a aclarar en el Senado la concesión de una licencia a la empresa con la que operó Víctor de Aldama en un fraude millonario de hidrocarburos. El cese fulminante de la directora del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas, María Blasco, por usar presuntamente donativos de investigación médica para la compra de obras de artes completa el panorama de causas que afectan al entorno del Gobierno, en las que el juez de la Audiencia Nacional, Santiago Pedraz, rechaza también la solicitud del PSOE pidiendo el reingreso en la cárcel de Aldama tras su pacto de colaborar con la justicia.