¿Sabes aquél del estudiante que se examina y el profesor le pregunta cuales son los huesos del oído? El estudiante se queda con la mente en blanco, pide ayuda a un amigo y éste le susurra:
—Yunque.
—¿Qué me dices —duda inquieto—, cómo voy a decir eso?
Por fin termina diciéndolo y el profesor asiente: —Bien, siga Usted.
De nuevo el amigo acude en su ayuda: —di Martillo.
Nuevamente duda el estudiante ignaro, porque le parece insólito, pero se atreve a decirlo y de nuevo el profesor lo estimula.
—Siga, va bien.
Entonces el examinando, ya sin inhibición, ni dudas, se lanza a fondo:
—Alicate, Destornillador, Tenazas de arrancar…
Pues bien, este chascarrillo viene a cuento si se analiza lo que han dicho algunos dirigentes socialistas a propósito de las primarias de Madrid, empezando por Trinidad que, con inigualable desparpajo declaró que se presenta contra Tomás Gómez por su propia decisión; continuó Zapatero indicando que a él ni le va ni le viene si pierde Trini y lo culminó Rubalcaba diciendo que el único activo de Tomás es su no al Presidente.
Acostumbrados a que el sufrido ciudadano se lo traga todo, es capaz de dar más votos a Belén Esteban que a Izquierda Unida y que —como señala David Gistau— todo está maduro, por hastío de las siglas, para conceder escaños a la mula Francis —protagonista de una descacharrante película de los años sesenta— o a Chiquito de la Calzada. Pensamos nosotros, pidiendo disculpas, que seguramente el brillante Gistau está en lo cierto, pero más bien creemos que es por la estulticia dominante. Sea lo uno o lo otro, o las dos cosas a la vez el hecho es que, con persistencia creciente, las declaraciones de los portavoces de los dos grandes partidos prueban que nuestra tesis prevalece, pues estos ínclitos políticos encargados de la comunicación hacen tales declaraciones que es imposible pensar que no nos tienen por idiotas.
Volvamos a Tomás Gómez. Falta poco para que pierda la votación si la contaminación de las élites del partido ha llegado a la militancia de base, pues si hay una persona que no ha demostrado la más mínima potencia intelectual, caso de que gane las primarias, es Trinidad Jiménez quien, además, no nos ha ofrecido ningún destello al frente de un Ministerio, cuyas competencias están transferidas. Su Currículum, eso sí, ofrece un mérito fundamental: ser fiel, obediente, dilecta, favorita del Presidente. Y, de cara al público, singularmente simpática que no es poco. Tomás en cambio se desvela como un personaje sobrio y austero con discurso y potencia de liderazgo. Ya el hecho de que en una población como Parla consiguiera que casi la mitad de los votantes del PP en las Generales, le votaran a él como Alcalde en las Municipales, dice de su perfil de líder y, además, está mostrando ser un hombre cabal, pues basta observar la elegancia que está manteniendo hacia ZP, en la difícil posición de persona a abatir políticamente, por no doblegarse a su deseo. Pero si Tomás termina ganando las primarias, la consecuencia más clara será que en el desolado panorama actual del PSOE, habrá surgido un líder de futuro.