Madrid parece sentirse orgulloso de sus terrazas y bares; Bombay llora a sus muertos por Covid en sus crematorios. Contrastes de este momento histórico: India, Brasil, África lloran a sus muertos; Madrid festeja y agasaja a sus vecinos y a sus turistas visitantes. Invierte más, al parecer, en festejos y cervezas que en la atención a sus contagiados de pandemia.
Más contrastes: el Papa Francisco sufre por los muertos de todo el mundo llama a la solidaridad y la ayuda mutuas entre todos los países, mientras una monja de Monserrat, Teresa Forcades, carmelita, duda de los efectos negativos y hasta de la existencia de la pandemia y de la eficacia de las vacunas, y en la India, las monjas seguidoras de Santa Teresa de Calcuta se preocupan de preparar a los moribundos para una buena muerte antes que de curarlos de sus enfermedades.
Maneras de vivir y de morir, maneras de pensar.
Dos candidaturas se disputan en Madrid los estímulos y ayudas a la producción y a la industria, mientras otra aboga por mejorar las condiciones de vida de las clases trabajadoras, los precios de alquileres de las viviendas y el acceso a la propiedad de las mismas y la mejora de los servicios sanitarios. Manda en la primera propuesta una tal Díaz Ayuso, de la lista del PP, en la segunda de apoyo a los desafortunados el candidato del PSOE.
Maneras de pensar, maneras de votar… Maneras de creer en Dios y de vivir la condición monacal, maneras de entender la caridad cristiana.
A los ciudadanos de la Comunidad de Madrid, madrileños de Madrid o de los municipios de dicha comunidad autónoma, les toca votar por una de las dos opciones.
¡Mucha suerte, madrileños! ¡Que alumbréis con vuestros votos un Madrid más feliz y próspero, lejos de ese Bombay que quema los cadáveres de sus muertos en las calles!
Maneras de vir y pensar hay afortunadamente muchas. También las hay de hacer y los «hechos» son los que al final nos definen.
Comparar a Madrid con Bombay parece un exceso. Más para meter la coletilla de que «Madrid, invierte más en festejos que en vacunas».
El papa Francisco -como otra mucha gente- «sufre por los muertos». No digamos sus familias…..
Una monja de Monserrat en posesión de su derecho a pensar y opinar dice algo sobre el SARS CoV-2 y sus vacunas. Otros hay que aterrados suplican que se las pongan.
Lo que ya demuestra claramente por donde van los tiros es esa dicotomía entre sólo dos candidaturas de Madrid. Se ve que no ha visto los montones de papeletas en los colegios electorales. Al final esa manipulación de los «malos» (los que quieren crear industria y trabajo) y los «buenos» (los que defienden los derechos de los trabajadores). ¿Todavía hay quien lo cree?. Para que no haya confusiones volvemos a los anacronismos del XIX: derechas (malos), supuestas izquierdas (buenos). Lo dicho, se ha quedado en la superficie. Una lástima.
Un saludo.