El Orden del día de la Sesión número 6 del Congreso de los Diputados del 6 de abril tenía dos partes: «Comparecencia del Gobierno ante el Pleno de la Cámara, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 203 del Reglamento», para «informar sobre los Consejos Europeos de los meses de febrero y marzo de esta año, así como de la Cumbre UE-Turquía del 18 de marzo». Y «Conflicto de atribuciones entre el Congreso de los Diputados y el Gobierno».
A las 9,05 de la mañana, con puntualidad, comenzó las sesión con algunas novedades: El Ex presidente Jesús Posadas sentado en la bancada del hemiciclo junto a García Tizón. Alberto Garzón relegado a la última fila. Y el Padre Ángel en la Tribuna de Invitados, atento al asunto de los refugiados que le preocupa. A esa hora, el Presidente del Congreso, Patxi López, abría la Sesión anunciando que la comparecencia se hacía por petición de tres grupos parlamentarios y del Presidente del Gobierno en Funciones y le daba la palabra a éste, que subió al estado a leer los 19 folios del discurso «Comparecencia del Presidente del Gobierno en el el Congreso de los Diputados» que se distribuyó entre la prensa.
Rajoy se ciñó al guión. Pero los portavoces de los grupos parlamentarios que intervinieron, lejos de ajustarse al tema, aprovecharon la ocasión para arremeter contra el Gobierno en Funciones con asuntos varios y frases agrias: «Instrumentaliza las instituciones como hizo con los Presupuestos Generales del Estado… Sólo han recogido a 18 refugiados… ¿No le da vergüenza?… Si soy presidente del gobierno convertiré a España en un país de acogida..» (Pedro Sánchez). «Votó en Europa lo contrario de lo que acordó esta Cámara. Han ido a exportar la peor imagen de la marca España» (Pablo Pablo Iglesias). «Los que no han vivido la emigración no saben qué es» (Ana María Surra)…
Acabado el turno de los portavoces, volvió al atril el Presidente del Gobierno para encarnar el personaje apacible y alejado de una gresca que no le convenía.
—Pachorra. Oyéndole, lo ves todo transparente, clarísimo y hasta parece que lo entiendes. Como si no se jugara nada —dijo un periodista a una compañera mientras hablaba Rajoy.
—Se lo está jugando. Y ganando, alejándose de la bronca. Ha dejado que Hernando (el portavoz del PP) haga el trabajo sucio de “dar capones” y él aparece como el único capaz de enderezar esto. La jugada es magnífica. De maestro que enseña a aprendices. Y puede salirle bien. —contestó una mujer.
Rajoy siguió con El Brexit, o Brixit, que es la salida del Reino Unido de la Unión Europea; buenos deseos para que el Reino Unido acierte. Europa y refugiados «Europa respeta la libertad, la democracia y los derechos humanos… Renta per cápita en Europa… Sistema del Bienestar. Hablemos bien de Europa y de España. Los refugiados es asunto muy serio, y difícil. Los responsables de las muertes (de emigrantes) no son los Estados, son las mafias… Resolver el problema en origen… Emigración y asilo. Es una frivolidad decir (dirigido a Sánchez) que usted va a hacer de España un país de asilo, ya lo es. Dice usted (a Iglesias) que no cumplimos, repase conclusiones… El asentamiento es de una complejidad enorme, no sea tan inmisericorde con Europa (a Domenech)… El Reino Unido es importante en el mundo, y para Europa y España (A Rivera). Le agradezco sus lecciones, pero podía ser más generosa y no decir que 349 diputados no sabemos de emigración. Su peripecia personal me hace amar más a España. Usted no deja margen para nada con su descalificación absoluta… La perfección no siempre es posible… Turquía no es el enemigo (A Aitor Esteban)».
En los turnos de réplica, los portavoces en su rol siguieron en lo mismo: «Falta voluntad política en el Gobierno de España…Ustedes no son de fiar. Pongamos en marcha el gobierno del cambio» (Sánchez), «Con actitudes pasivas estaríamos frene al telón de acero… La caja de la Seguridad Social la han dejado vacía» (Rivera) «Nos tiene acostumbrados a que hable de lo que no sabe (Surra)» «Ustedes no pintan nada en la Comunidad Europea… Nosotros no hablamos mal de España, hablamos de ustedes» (Homs).
Sonaron esas frases y otras. Como era de esperar. Y algunas impropias del momento y la sesión, frente a la situación política, tras el intento fallido de investir presidente al candidato socialista. Y pendientes todos de un acuerdo que facilite formar un gobierno que parece conveniente.
Pero a pesar de eso, o por eso, todos los que usaron el turno de palabra, con excepción de Rajoy, se dedicaron a una actividad tan fuera de lugar como grotesca que consistió en: Proclamar virtudes propias. Atacar al Gobierno por motivos ajenos a la comparecencia. Y, lo más insólito, a lanzarse puyas ajenas al tema, al momento y al propio gobierno al que se atacaba, no por ser gobierno, sino como adversario frente a la repetición de las elecciones generales.
Como ejemplo de estos ataques, en el Diario de Sesiones quedaron las frases, de sainete, de Pablo Iglesias y Albert Rivera entre ellos: «Ejercicio de cuñadismo ideológico… Petición de ministerios.. Fue a las elecciones europeas con un partido de extrema derecha, que defendió con entusiasmo un bombardeo de la OTAN en Siria… Y se alineó con las políticas de Aznar y el trío de la Azores» (De Iglesias a Rivera) «¿el cuñadismo con el que ha descalificado es también colocar a amigos, familiares y a las novias?… Lecciones de derechos humanos de amiguismos y cuñadismos, ninguna» (De Rivera a Iglesias). Y los rapapolvos de Hernando: «Lecciones pocas» (A Iglesias y Rivera) «No se cuelgue de la cuerda para tener relevancia» (A Garzón), «Usted pertenece a ERC que rompe España y la lleva a un exilio interior» (A Surra) «El Gobierno del PP sí es el Gobierno del Cambio… Europa, sigan con el teatrillo» (A Sánchez).
También, para escarnio mutuo entre Rivera e Iglesias, aparecieron, y las televisiones mostraron, los gestos de golpecitos de las manos en la mejilla para señalar falta de vergüenza y el frote de dedos índice y pulgar señalando sisas o robos.
Después toco tratar el Conflicto de atribuciones entre el Congreso de los Diputados y el Gobierno. Hecho el debate, el resultado de la votación, desfavorable a lo defendido por el Gobierno, arrojó como resultado: Votos emitidos 335. A favor de que el Congreso presente Conflicto de competencias ante el Tribunal Constitucional 218; votos en contra 113; abstenciones 4.
Dado el tiempo que ha de pasar para que haya sentencia, el resultado es irrelevante y tuvo poco impacto. Tampoco el que faltaran unos votos del PP.
En su lugar, por lo que representa para un futuro gobierno, quedaron las imágenes de: Rajoy, tranquilo, sin descender a la pelea. Sánchez, a lo suyo, con alharacas de aspirante a una presidencia de gobierno difícil, casi imposible a la vista del encono entre iglesias y Rivera. Y Rivera e Iglesias, también a lo suyo, preparando lo que venga.
Y todos pendientes de Junio, de la valoración de las pruebas de un curso, aún no empezado, donde nadie ha logrado algo que sea suficiente.
Por eso, los exámenes de junio, o nuevas elecciones, aparecen no ya en lontananza, sino a la vuelta de la esquina…
De momento.