Sin que se llegue a cumplir una semana del paso por las urnas en Galicia y País Vasco, el Comité Federal del PSOE, máximo y soberano órgano del partido entre congresos, se reunirá el próximo 1 de octubre para, teóricamente debatir sobre la situación de bloqueo político, pero en realidad se presenta como una confrontación entre pesos pesados, o lo que podíamos llamar la BBP (Barones, Baronesa y Pedro) para ver dónde queda la posición política socialista después de dos elecciones generales y dos autonómicas, con el voto socialista en caída sin freno, por cierto. Muchos hablan de la necesidad de abrir un debate interno para ver cómo desatascar el escenario político, pero en realidad lo que subyace es un pulso de enorme magnitud con el objetivo de despejar de su despacho de Ferraz, al actual primer secretario del PSOE.
En las últimas semanas se viene manejando la posibilidad de promover una salida precipitada de Pedro Sánchez, bien vía dimisión (algo que no contempla el susodicho ni de lejos) o bien una reprobación de su gestión, lo cual defienden los críticos del partido, que todos los días ocupan tribuna en los medios, poniendo contra las cuerdas al líder socialista. El Dr. NO, como diría el gracioso sin gracia de Rafael Hernando, afronta la cuenta atrás desde el 25-S hasta el día 1 de octubre con firmeza y yo diría, con valentía. El vibrante discurso de Miquel Iceta “¡líbranos de Rajoy y del PP, por Dios!” no ha hecho sino levantar de sus asientos a los veteranos dirigentes aparcados, que no inactivos, y a los mandatarios regionales, pidiendo responsabilidad y buen gobierno del PP.
Es curioso el sentimiento patrio del PP, que solo se manifiesta así cuando es a favor suyo y en este caso, llamando a los socialistas a entregarse en la derrota, algo a lo que Pedro Sánchez se niega y muchos militantes y electores también. Nadie ha votado al PSOE para que éste facilite un gobierno del PP, ¡hasta ese punto se podría llegar! Nadie ha dejado en el olvido los recortes y la corrupción, para que los patriotas del PP exijan altura de miras y moralidad por el bien de España, precisamente ellos que han tenido en sus filas a una legión de corruptos a cuya exaltación asistimos en estos días, en una procesión incesante ante los tribunales de justicia, con múltiples acusados vinculados a numerosas tramas donde se han enriquecido a espuertas con el dinero público, escudándose bajo cargos a los que han accedido desde listas confeccionadas por el Partido Popular. Este partido presidido por quien ha quedado en evidencia en mentiras como las recientes del caso Soria, o al decir que él “no tiene autoridad moral sobre Rita para pedirle el escaño”, no ha compartido apenas tribuna con Feijoo y así le ha ido al presidente gallego. Que tomen nota en Génova, allí si que se necesita un cambio de líder, si se quiere mantener un mínimo de higiene democrática.
Los medios de la caverna se han echado como fieras hambrientas a la yugular de Pedro Sánchez y la conexión de Génova con los opositores, está bien ensayada pues ya se entrenaban con lo de Leopoldo López y Venezuela. Ayer hasta el PNV empezaba a ser bien visto por el PP, pues son independentistas sin prisa y eso les gusta a los acólitos de Mariano y a él mismo, pues siguiendo una de sus máximas, déjalo madurar que él solito se cae, craso error, pues ya se ha visto que la formula en Cataluña, no ha podido ser más equivocada. Buscan derrocar al líder socialista, pero este guarda un as de grandes proporciones: la consulta a las bases. Ya se sabe que el aparato cada vez que consulta a sus militantes es para ganar y la democracia interna, que es soberana, no puede ser un elemento reversible según convenga a unos u otros. Los que piensan en la presunta gestora que vendría a sustituir a Sánchez y le daría la luz verde a una abstención de los socialistas, pueden esperar sentados a la puerta de Ferraz, pero deben tener cuidado con el carril bus que pasa por la puerta, pues pueden llevarse más de un susto. Pedían firmeza a Pedro con el PP, y este la está mostrando, ¿o no era eso lo que se le pedía?
Recordemos que las gestoras siempre se han utilizado en el PSOE para reformar algo desde la cúpula, como ocurrió en mayo de 1979, cuando tuvo lugar el segundo Congreso socialista celebrado en España tras la muerte del dictador Franco. Este Congreso llevaba una carga de profundidad extraordinaria, dirigida personalmente por el entonces Secretario General del Partido, Felipe González, renunciando al marxismo como ideología oficial del PSOE, lo cual levanto ampollas en las bases socialistas de toda la vida, pues era gran parte de la reivindicación de la lucha de clases que durante tantos años formaba parte de la línea ideológica de un partido defensor de los trabajadores. Esta decisión provocó la dimisión de González, asumiendo la jefatura del Partido una comisión gestora dirigida por José Federico de Carvajal, que solo hizo que allanar el camino para la vuelta del líder socialista. Ahora buscan la gestora para dar la patada al líder y facilitar el advenimiento de Rajoy como presidente del gobierno, algo a lo que no está dispuesto Pedro Sánchez. Seguramente no es el líder más sólido, ni el más carismático, pero el acoso sufrido desde fuera y desde dentro, no tiene parangón alguno.
El malísimo resultado del PSOE en Galicia, pero sobre todo en Euskadi, no puede servir de pretexto para dar el tiro de gracia político al secretario general socialista. Su error viene de marzo de este año cuando saltándose toda lógica, pacto con il bello Rivera, cuyo partido no ha fue capaz de conseguir un solo escaño en Castilla La Mancha, o Canarias en 2015, pero el ridículo es soberano cuando con todas las fuerzas de su líder desplegadas para entrar en los parlamentos gallego y vasco, han obtenido el mismo resultado que Vox o Falange Española. ¿Dónde iba Pedro Sánchez con quien no tiene representación territorial en todas las comunidades autónomas y sobre todo en estas dos tan importantes? El error de entonces le alejó de la izquierda y ahora con un Podemos errático y en plena ebullición, tal vez la oportunidad se ha perdido definitivamente.
Pero no puedo dejar en el olvido como recuerdo imborrable de la noche electoral vasca, el jolgorio y caras de felicidad de los dirigentes populares con Alfonso Alonso a la cabeza, con una sonrisa permanente que me recordaba cuando a una prima entradita en años de mi ex, probó por error una tarta de cumpleaños aderezada con una hierba conocida, que le hizo el efecto de la risa floja e inagotable. Mientras se sentía fatal con vómitos, pero sin parar de reírse, decía que lo que le había caído mal, era el chocolate que cubría el bizcocho… ¡cándida criatura cincuentona!
La semana de los cuchillos largos acaba de empezar y Pedro Sánchez no es presa fácil, aunque algunos lo crean, los susanistas se frotan las manos, pero no os olvidéis que los EREs, es al PSOE lo que la Gürtel, o la Púnica, o… bueno, la larga lista de los escándalos peperos y que una vez allanado el camino para Rajoy, la maquinaria del PP hará saltar por los aires a la sucesora de Griñán.