Mucho se ha escrito, mucho se ha dicho y nada se hace para poner a salvo el sistema público de pensiones. Desde luego “ceteris paribus” la manera de hundirlo es elevar las pensiones por encima del IPC, como pretende hacer el Gobierno actual con el apoyo o la imposición de Podemos.
El sistema actual de Pensiones estaría a salvo si los pagos se correspondiera estrictamente con las aportaciones habidas y los supuestos de incapacidad, y se pagaran las pensiones contributivas. Pero esto resulta que no es así. Resulta que las pensiones mínimas no todas han cotizado por la cantidad necesaria para recibir esta pensión, sino que correspondiendo una pensión del 50% o del 100% inferior, se les asimila a los que han cotizado muchísimo más que ellos para recibir la pensión mínima. No quiero decir que no perciban la cantidad que les paga la seguridad social, sino que deberían recibir lo que les corresponda por lo realmente cotizado y la diferencia podría correr a cargo de los presupuestos generales del Estado pero no en la partida de s.s. y financiada de la manera que aprueben los presupuestos que bien puede ser con impuestos específicos.
Si además de pagar la seguridad social cantidades por encima de lo cotizado le aplicamos unas revalorizaciones superiores al IPC pues una buena ayuda para hundir el sistema de pensiones.
Igualmente podríamos decir de la pensiones no contributivas y de las de viudedad, no es dejar a nadie en posiciones vulnerables sino saber quien es el que corre con el gasto, que no debe de ser la seguridad social. En España ya tenemos un impuesto el IRPF, absolutamente progresivo y por definición redistribuidor de la Renta, y por tanto no se puede convertir la seguridad social en una Entidad distribuidora de la renta, que ya lo es, ya que los sueldos más altos (que no son ricos) cotizan más que lo que percibirán y eso no es hagamos claro es sistema fiscal, pero no ensuciarlo con tanto manoseo y mentiras a los contribuyentes. Por ese camino pongamos Un IVA con unas tarifas diferenciadas en función de los ingresos, y también las tasas y los impuestos municipales. O porque no que trabajen y paguen solo los que quieran, y el resto a recibir pensiones o subsidios del Estado para fomentar un poco más el voto cautivo. Pero la realidad es que los del voto cautivo nos llevan a la ruina económica a todos los del voto cautivo y los demás, con el coste añadido de que los cautivos entrarán en ruina los primeros.
El sistema de pensiones es absolutamente válido, solo hay que dar al Cesar lo que es del Cesar y para los demás úsese el sistema fiscal como corresponda pero dejando la redistribución de la renta a quien corresponde, esto es al IRPF.