No se trata de hacer política-ficción, pero sí de aventurar, como hipótesis de trabajo, el mapa político que podría estar abriéndose con los primeros pasos del nuevo-viejo gobierno de Rajoy, ese camaleón que cambia de color pero sigue siendo siempre el mismo.
Sobre el papel juegan en el escenario de las Cortes cuatro partidos estatales, más los de las nacionalidades históricas. También sobre el papel, subsiste la clásica dicotomía entre derecha e izquierda.
¿Y el centro, dónde está el centro? ¿O quizá nadie acepta el papel del centro? ¿O quizá el centro es ese C´s que tiene firmados unos acuerdos con el PP?
El juego dentro y fuera del Congreso, los conciertos y encuentros bilaterales entre C´s y PP, entre PSOE y PP, al parecer, están dejando fuera de juego a los «naranjitos» del C´s. Todo indica que el PP de Rajoy se siente más cómodo trenzando acuerdos con el PSOE, madurados con la clásica fórmula de «ni lo tuyo, ni lo mío, sino un poco de lo tuyo, y otro poco de lo mío».
Por esos caminos discurren los temas de salario mínimo, reforma de la educación, reforma laboral, etc. etc. Y en lontananza, como final de trayecto y de inauguración de una nueva etapa política, el acuerdo o cimiento de los presupuestos para el nuevo año.
Y como aviso a navegantes, del PP al PSOE, el fantasma de la duración del nuevo gobierno, la espada de Damocles que nos cuelga a todos: o nos dotamos de un presupuesto consensuado entre PP y PSOE, o habrá que convocar nuevas elecciones… No, no es el caos, es simplemente el miedo que tienen unos y otros, más el PSOE que el PP, a salir perjudicados con una nueva convocatoria electoral…
Este juego de dos tenores, Pavarotti, Plácido Domingo, PP y PSOE, margina al catalán José Carreras, C´s.
¿Y qué pasa con Unidos-Podemos? ¿Acaso no hay oposición, no hay un tercero en discordia? Unidos-Podemos parece estar más a la izquierda que PSOE; el PP, por su condición de derecha, se conjura para neutralizarlo, y el PSOE, porque querría mantener su puesto tradicional de oposición a la derecha, se empeña en dejarlo también relegarlo a una minoría casi casi «extraparlamentaria».
Total, desaparecido C´s, en conversaciones PP y PSOE, el primero hace funciones de derecha en el gobierno, el segundo ejerce realmente de centro, y los dos reconocen a Unidos-Podemos el papel de oposición. Una oposición que se ha nutrido con viejos roqueros de extrema izquierda purificados en el fuego del 15M, el liderazgo de Pablo Iglesias, Errejón y Alberto Garzón, y recogiendo a todos los tránsfugas del PSOE de antes de Pedro Sánchez, que han renegado de este otro PSOE su gestora, de Susana Díaz, y de Felipe González.
¿Y los partidos de las nacionalidades históricas? Habrá que ver cómo se posicionan en el debate madre de todos los debates, los presupuestos de 2017. De momento, parece ser que las derechas nacionalistas de esas nacionalidades tienen una cierta querencia hacia el PP, y que el PP se les acerca zalamero y conciliador. Y tal vez las izquierdas de esas nacionalidades podrían sumarse a la oposición estatal de Podemos…
Tiempo al tiempo, señores espectadores. Y que dios reparta suerte, como dicen los toreros.