Mire, no, no le voy a quitar ni media crítica, ni medio insulto, si me apura, a la enésima felonía de Pedro Sánchez en el Congreso: ya saben, aplicar lo que tiene en secreto pactado con los filoterroristas para que, con la interposición de esos tontos útiles que son los de Sumar (que cada vez suman menos pero los mantienen en el Gobierno de España, propicios a cualquier desbarre) los más sanguinarios, canallas y miserables asesinos de ETA se recorten unos añitos de prisión y los tengamos, de aquí en nada, en las fiestas de sus putos pueblos, rodeados de su puta gente.
Lo tengo claro, La Moncloa y sus aledaños/Bolaños trastean en sus objetivos y, con el solo apoyo de sus mercenarios, pueden sacar iniciativas cómo esa que pondrá en la calle a lo peor de la calaña etarra.
Pero, jodé, es que lo del PP y VOX es de aurora boreal, de palio e incienso, de mearse y no echar gota: O sea que tres diputados -que cobran un plus por estar en una ponencia, una comisión, un y qué sé que te dije, firma (y lo firman, con un par) que han leído detenidamente el informe de la ponencia y aconsejan que el PP lo vote afirmativamente.
Ana Belén Vázquez (diputada, anda, mira, por Orense), José Manuel Velasco (diputado por Toledo) y Rafael Belmonte (diputado por Sevilla que no consigue hacer honor a su segundo nombre, Benigno), firmaron el informe. Ninguno de sus más de cincuenta asesores les advirtió (ni ellos supieron verlo) la trampa que les tendían Sánchez, Sumar y Bildu.
Hoy deberían estar en su casa, volviendo a sus labores, si las tuvieran, igual que los asesores que no les asesoraron, sino que “asesinaron” su carrera política con está brutal cagada.
Sí, vale. Pero ¿Y el Secretario General del Grupo Parlamentario Popular en el Congreso, el bocaraz Miguel Tellado (diputado por La Coruña), qué? Porque suya es en última instancia, según el funcionamiento de los grupos parlamentarios en la Cámara Baja, la máxima responsabilidad en la fastuosa deposición.
Creen ustedes que alguno (asesores, diputados, secretario del Grupo) se irá a su casa? Naaaaah, qué va. Feijoo no tiene redaños para eso, pero haría bien si quiere ganar un poquico de todo el respeto que ha perdido, como líder, como político y como persona, ante la sociedad española, ante este imperdonable orinal.
Y la oposición…. ¿de quien depende? Pues eso.
El día que nos demos cuenta de que el supuesto pluralismo político es un «paripé» puramente formal para justificar una democracia muy peculiar (no sólo en España, sino en todo Occidente), empezaremos a ver con claridad fuera de la caverna de Platón.
El Sr. Feijoo y su partido (con alguna excepción de verso suelto) está en la misma línea del PSOE, recibiendo las mismas instrucciones y preparándose para seguir adelante con «agendas», «descarbonizaciones» y demás falsedades que la UE traslada a directivas de obligado cumplimiento.
La jugada para implantar un sistema de pensamiento único al servicio de intereses particulares (los «putos amos») viene de antaño, pero nos han mantenido cln los ojos puestos en las sombras chinescas proyectadas por el mundo mediático.
A ver si espabilamos.