Pedro y Pablo al alimón

Pedro y Pablo al alimón
Serralaitz
Por
— P U B L I C I D A D —

Van ya unos cuantos meses salidos de una moción de censura, un procedimiento cien por cien democrático con todas las garantías requeridas por la ley. Con unos acuerdos firmados por los partidos que lo promovieron relativos a la vivienda, el salario mínimo, la ley mordaza, los desahucios y el acceso de todos los ciudadanos a una vivienda digna, etcétera, etcétera, etcétera.

Todo el mundo sabe que, si algunos de los objetivos de este Gobierno se han alcanzado, otros están resultando difíciles y han dado lugar a un debate dentro del mismo Gobierno, y desde luego una oposición cerrada por parte de los partidos situados en el lado derecho de este Gobierno.

No hay avances en el acceso de todos los ciudadanos a la vivienda, se siguen produciendo desahucios de españoles que solo cuentan con la calle o los bajos de los puentes para alojarse, no se mueve el salario mínimo si no es hacia abajo, hay paro a un nivel cercano a los cuatro millones de trabajadores sin currelo.

Y de buenas a primeras surgen protestas y denuncias que apuntan a Pablo Iglesias y sus seguidores de Unidas Podemos, esos bien o mal llamados con una carga de mala uva nada despreciable «SOCIALCOMUNISTAS», como únicos culpables de estos males tan viejos de nuestro país, de esta España «UNA, GRANDE Y LIBRE» que todos los españoles soñamos.

Y nos informan de que hay miembros del Gobierno que ponen pegas al cumplimiento de los acuerdos que dieron lugar al triunfo de la moción de censura y a este Gobierno legítimamente elegido

Pues no, la culpa no es de los que se oponen al cumplimiento de los acuerdos que hicieron posible el triunfo de aquella moción de censura, a los partidos del lado derecho del Gobierno que combaten esas propuestas, a los miembros del Gobierno que se resisten a aplicar los acuerdos firmados, la culpa es de los miembros del Gobierno que reclaman el cumplimiento de aquellos acuerdos, la puesta en marcha de leyes que hagan posible el acceso de todos los ciudadanos a una vivienda digna, la desaparición de la ley mordaza, el ensayo de nuevas fórmulas que permitan la convivencia amistosa de todas las autonomías dentro de España. La culpa es del «moños», de Pablete, de Echenique.

En lenguaje «democrático» y mínimamente respetuoso con nuestros conciudadanos, estas quejas deberían encauzarse con una demanda de otra moción de censura, de nuevas elecciones antes de la fecha prevista por las reglas que nos hemos impuesto.

En lenguaje más democrático todavía, y en opinión de muchos ciudadanos digna de todo respeto, la solución pasaría por el cumplimiento de los acuerdos que dieron lugar al gobierno que nos gobierna.

Serralaitz
Serralaitz, el seudónimo usado por el autor en atención a su lugar de nacimiento, es un localismo que corresponde al nombre dado en la zona a una sierra riojana: la Sierra de la Hez, un conjunto de montañas en el corazón de La Rioja, entre las comarcas de Rioja Baja y Alto Cidacos-Alhama y Cameros y a una altura superior a los mil metros. Desde esa altura, cuando no hay niebla, las cosas se aprecian de una forma muy especial.
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