Ya hay acuerdo para reformar la Ley de Seguridad Ciudadana, la llamada por la izquierda como ‘Ley Mordaza’. PSOE y Bildu han acordado eliminar paulatinamente las pelotas de goma por otro material antidisturbios menos lesivo. ¿Bombones quizás? Lo más esperpéntico es que Bildu salga en rueda de prensa a explicar que las pelotas de goma han costado muchas vidas. ¡Bildu! El mismo partido que sigue sin condenar los atentados de ETA y que presenta candidatos con delitos de sangre. La zorra cuidando el gallinero…
Lo repugnante no es que los filoetarras traten de humillarnos. Lo lamentable es que un partido supuestamente de Estado como el PSOE se rebaje a pactar con ellos. “Con Bildu no vamos a pactar, si quiere se lo repito 5 veces”, dijo Sánchez antes de las elecciones. Ahora, ‘hace de la necesidad virtud’. Y no es que pacte el sistema de pensiones o las infraestructuras. No. Pacta la impunidad de los ‘engo etorri’ y la reforma de la Ley de Seguridad Ciudadana. Es decir, pacta con los delincuentes cómo debe actuar la policía… Nada diferente -por cierto- a la Ley de Amnistía.
La reforma también rebaja la desobediencia a la autoridad de delito a falta y además exige que sea “manifiesta, clara y objetivable”. O sea, ‘gratis total’. Lejos de convertir a la policía en profesión de riesgo deja a los agentes a los pies de los caballos. En lugar de defender el bien, rescatan el mal, como denunció este miércoles Iván, un policía condecorado en el Día de la Policía.
No es el único peaje exigido por Bildu. La consejera de Justicia del País Vasco, del PSOE, también ha otorgado el tercer grado a dos etarras. Ambos tienen las manos manchadas de sangre. Ninguno se ha arrepentido. ‘Haréis cosas que helarán la sangre’ dijo proféticamente la madre de Joseba Pagaza, asesinado por ETA.
Puigdemont también recibe su pedrea. Para Albares es “prioridad” el uso del catalán en las instituciones europeas. Y el gobierno se dispone a ajustar la “financiación singular”. Quizás no sea un cupo, pero es seguro que será una ‘tajada’. Y además del parné, Pumpido ya ha convocado un pleno para salvar la Ley de Amni stía. O eso dice…
El objetivo de todo es salvar la legislatura. Como sea. “Sánchez se aferra a Moncloa a costa de la democracia española”, resume The Economist esta semana.
El anzuelo del pescador
- Golpe a la Fiscalía. El gobierno planea crear dos nuevas fiscalías especiales. Una de delitos económicos contra la Hacienda Pública y otra de delitos contra la Administración Pública. Se trata de colocar a afines en la supervisión de la corrupción. Un paso más en la toma de control institucional para garantizarse la impunidad. El Consejo Fiscal votó en contra pero el rodillo se impuso.
- Begoña destruye pruebas… presuntamente. Poco después de que la Audiencia Provincial de Madrid encargara al juez Peinado la instrucción del llamado ‘caso software’ la web que albergaba el controvertido software ha desaparecido. Tan casual como la desaparición de contratos de mascarillas poco después de que Ábalos anunciara que tiraría de la manta.
- Vivienda. El gobierno recula y ya no acusa de insumisión a las comunidades populares porque sabe que el tope a los alquileres era potestativo no imperativo. Ahora incentivará a quien lo establezca, pero no sancionará a quien no lo haga. El País publica que en Cataluña ya están bajando los precios. De los pisos. No de las habitaciones que actualmente es la ‘solución habitacional’ mayoritaria. Un buen indicador de la pauperización.
FOTO: AFP
