La Sra. XX, natural de un país centroamericano, atiende a un jubilado español, y como ella hacen cientos de miles de sudamericanas y africanas y rumanas, casi todas sin papeles, sin permiso de residencia, sin seguridad social… Tiene en su país de origen a un hijo de siete años y a su marido. A ese mismo país ayuda el Ayuntamiento de Bilbao y otros de Euskadi en inversiones para sanear las aguas de los ríos y remediar hasta un cierto límite la falta de sanidad pública de dicho país.
En el mismo dicho país, bancos norteamericanos, españoles, europeos, explotan las riquezas de su subsuelo en minerales especiales por su precio y escasez, en petróleo y otras riquezas, y obtienen de ellas grandes beneficios. Al mismo tiempo depositan en dichos países sus capitales, a los cuales países denominan «paraísos fiscales» Y al mismo tiempo, los grandes capitales y sus gobiernos controlan el flujo de emigrantes de manera que puedan disponer en el primer mundo de mano de obra barata y desprotegida legalmente. Y con la otra mano importan clandestinamente narcóticos para «atontar» y desarmar las rebeldías de los habitantes del primer mundo.
Es la moderna versión del opio con la cual Europa y Estados Unidos maniataron durante más de un siglo a la China El opio de hoy se ha convertido en barcos salvadores en el Mediterráneo, murallas en la frontera de Méjico con USA, Salvinis, Orbanes, y sobre todo Trumps, norteamericanos, jeques árabes sauditas y de oriente medio…
La Sra. XX está muy agradecida a la familia y al abuelete que atiende, y mantiene fresca y permanente su sonrisa para cubrir el fondo de tristeza y añoranza de su marido y su niño de siete años. En realidad, pensaba primero en emigrar a Estados Unidos, que le pillaba más cerca, pero sabe que cientos de miles de compatriotas suyos están retenidos en Méjico y le ha parecido más viable venirse a la «Madre Patria» que dicen algunos y otros la llaman «Madrastrona». En memoria de Simón Bolívar y de los bancos españoles que se están forrando con sus negocios en lo que algunos llaman Hispanidad, y otros de otras diferentes maneras.
Mientras tanto, Felipe González tiene sus ideas y sus negocios en Hispanoamérica, Rodríguez Zapatero saca la cara por Venezuela y por Evo Morales, Pablo Casado tiene sus ideas personales sobre los emigrantes ilegales y los «menas» en España, y sobre las devoluciones en caliente.
Estupendo artículo donde vuelven a repetirse los nombres de siempre pero parece que hay otros en la sombra que propician el capitalismo salvaje («Poderes salvajes» de Luigi Ferrajoli) a través de gobiernos «progresistas». A lo mejor debemos empezar a tirar de los hilos…..
Un saludo.