Lo inteligente es hacerse el tonto. Por lo mismo, hacerse el listo no resulta muy inteligente. El ministro de Hacienda anunció que no habría referéndum porque sus hombres de negro tenían vigiladas las cuentas de la Generalitat y no había salido un céntimo. Sonreía con esa sonrisa maliciosa que tanto le gusta.
Y haberlo, haylo. Se le congeló la sonrisa. No contento con la humillación ahora pide a la intervención de la Generalitat —el mismo por obra y gracia del 155— que le informe de los gastos del 155. ¿No le informaban los hombres de negro y espera que ahora le informen los hombres de gris?
Pero hay más: anuncia que prorrogará el control financiero sobre la Generalitat tras el 155. No entiendo. ¿Por qué vender la piel del oso antes de cazarla? El hombre es el animal que tropieza dos veces en la misma piedra. Por lo demás: palabras. Bla, bla, bla.
Pero hay algo peor. Resulta que en pleno 155 se vuelven a activar subvenciones a medios secesionistas. ‘Para recuperar la normalidad’, supongo. Y ocurre además que Hacienda financió los gastos del 1-0 contra fondos del FLA. ¿Y Montoro no se dio cuenta?, ¿y pretende darse cuenta ahora?, ¿pretende tomarnos el pelo?, ¿era este el pacto con Moncloa del que habla ‘Puchi’?
Por eso me fío más de la autoría que encargue el juez. Esa autoría revelará no sólo el mal uso de los fondos por parta de la Generalitat, sino la complicidad del gobierno de la Nación que supuestamente debía velar por el buen fin del sacrificio de todos.
Nos ha tocado la lotería con un sistema judicial independiente. Pero la lotería no es infinita. Jueces y fiscales están ya cansados de que el gobierno les utilice como escudo de su incompetencia, complejos y ambigüedad. En realidad, no es tan difícil: la ley, sólo la ley, pero toda la ley. ‘Dura lex, sed lex’. Caiga quien caiga
Es precisamente la aplicación ‘adaptada’ de la legislación la que permite que Puigdemont prolongue su show ‘sine die’. Eso junto a la incapacidad comunicativa del gobierno empeora la imagen de España congelando inversiones y elevando el riesgo-país. ¿Hay alguien en Moncloa?
Jorge Moragas ya abandonó el barco; y Guindos lo hará el próximo 7 rumbo a la vicepresidencia del BCE. ¿Serán los ‘sorayos’ los violinistas del Titanic?