Moción de Tonsura

Antonio Imízcoz
Por
— P U B L I C I D A D —

Parece ser que será este mes de marzo recién empezado cuando Meritxell Batet, la presidenta del Congreso de los Diputados que con tanto arrobo mira siempre a su jefe, ponga fecha, cuando Sánchez se lo indique, a la celebración de esa iniciativa chusca, inoportuna y casi carpetovetónica de VOX, de la mano del provecto Ramón Tamames, eso que va a ser, más que de censura, una moción de “tonsura”.

El significado bíblico de la tonsura, ese rapado de la coronilla de los novicios antes de tomar las órdenes menores, simbolizaba un gesto de renuncia al mundo, en donde se enunciaba un renacimiento a otro más espiritual, que además, borraba todos los pecados anteriores, debido a que se entraría en una nueva vida.

Tamames seguro piensa que esta moción de tonsura le va a proporcionar, desde luego, un cierto renacimiento a otro nivel de consideración para la historia, porque no hay ejemplo, en el mundo, de un anciano de 90 años que se presente como candidato a presidir un gobierno de cualquier color.

E imagino que también VOX quiere alcanzar una “nueva vida” en cuanto a sus expectativas, que se habían venido percibiendo menguantes con sus polémicas en Castilla-León, las informaciones sobre esa secta El Yunque que parecería estar detrás de la formación verde, las reveladoras declaraciones de Macarena Olona… Lo que no acabo de entender es por qué quieren los de Abascal triunfar en cabeza ajena, en lugar de dar ellos el paso al frente.

¿Y Sánchez? A Sánchez le va bien, ahora mismo, cualquier cosa que arroje sombra sobre los temas que le ahogan no solo como Gobierno, sino como presidente del mismo, ya sean los seiscientos y pico delincuentes sexuales beneficiados por la chapuza del “sí es sí” —sesenta y cinco de ellos directamente en libertad—; esa Ley Trans discutida a todos los niveles, sobre la que pone el foco, además, el suicidio de la gemela de Sallent; el ningún aplauso que han provocado en las misiones del Parlamento Europeo la rebaja de la malversación y la opacidad en el reparto de los fondos New Generation, las andanzas del “tito Bernie” y algunos compañeros suyos de bancada socialista por los mejores restaurantes y picaderos de Madrid… ¿Una moción de “tonsura”, presentada por VOX y defendida por el ilustre anciano? Bueno, eso a Sánchez le viene de perlas; así que esperará lo que él crea que es el momento menos malo para que se sustancie y él saque de la chistera alguna medida demagógica de reparto de dineros, con la esperanza de que ello oculte el cenagal en que ha metido a su Gobierno.

¿Y Feijóo? Si por él fuera, desaparecería ese día, con todos sus diputados, para no tener que saltar a la pista de ese circo del que solo puede salir trasquilado, ¡toma tonsura!

2 Comentarios

  1. La moción de censura es una herramienta parlamentarioa legítima de control del gobierno. No tiene otro sentido como el que paerece desprenderse de la «oportunidad» de hacerla o no.
    El tactismo electoral siempre ha sido una excrecencia de la Política de verdad.
    Un saludo.

  2. En efecto, creo que cualquier cosa que desvíe la atención del juego de manos que se trae el trilero Sánchez, lo agradecerá t le sacará partido para su propio beneficio.

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