A todos nos pasa igual, vemos las cosas del color del cristal con que las miramos.
Lo de Vallecas y el fiestón que se armó con Vox y su mitin, que algunos dicen que no estaba autorizado, se ve por algunos como de que a los de Pablo Iglesias les molesta que vengan a «sus» territorios, y que Vallecas es uno de ellos, como Fraga decía que «la calle es mía». Y dicen que los emigrantes molestan mucho en esos barrios y los hacen inseguros, y que hay chicas que provocan a los «machos» con sus minifaldas y sus escotes y que lo hacen adrede, y luego denuncian que las violan contra su voluntad. Y que algunos vallecanos provocaron a los de Vox y a la policía, y qué sé yo cuantas cosas más…
Por el otro lado se dice que la policía protegió más bien a los organizadores del mitin y demostró una cierta agresividad con los vecinos que protestaban sin ningún motivo.
¿Y qué conclusión puede sacar el ciudadano de a pie? Porque ABC, de tendencias nada revolucionarias, ha dado detalles que algunos pretenden silenciar y que dejan en mal lugar a los que promovieron esa visita y ese inicio de campaña precisamente en el barrio más «movidito» de Madrid.
Pues que cada uno cuenta lo que ha visto o lo que dice que hubiera deseado ver, que cada uno intenta arrimar la ascua a su sardina.
Y otros ciudadanos proponen una vez más que la prensa y los mass media deberían ser más objetivos y quitarse las lentes de colores a la hora de mirar lo que está pasando.
Porque dicen que ya somos mayores y que tenemos derecho a pensar por nuestra cuenta.
ABC cambió hace tiempo sus tendencias (principios) por los que más gustan al gobierno siguiendo la estela de Groucho Marx. En cualquier caso el sectarismo imperante en una sociedad comprada con subvenciones públicas, ya no nos asombra. Un saludo.