“No se puede plantear una cuestión tan sería como la amnistía, que pondría en entredicho nuestro Estado de derecho y la independencia del sistema judicial, simplemente por un interés particular, porque esta amnistía es ajena al interés general, aunque el Gobierno en funciones se empeñe en buscar eufemismos para calificarla”. Así abordaba el presidente del Círculo de Empresarios, Manuel Pérez-Sala, la presentación de la encuesta anual entre sus entidades asociadas, cuyas conclusiones se oponen radicalmente a la “euforia de que hace gala el Gobierno”.
Al calificar reiteradamente de “gravísima” la posible concesión de una amnistía, Pérez-Sala ha incidido en que “concederla como parte de una negociación para la investidura de un Gobierno es comprar votos a cambio de impunidad, y no tiene precedentes en ningún país democrático de nuestro entorno”.
Desmintió que tal posible concesión a los golpistas catalanes articule reconciliación nacional alguna, ya que “sus posibles beneficiarios no quieren esa presunta reconciliación porque no reconocen el delito y no muestran arrepentimiento, pero en todo caso echar mano de ese recurso extremo debería contar necesariamente con el apoyo prácticamente unánime del Parlamento… Sacarla con los imprescindibles votos de los propios delincuentes que se verán favorecidos por ella, a cambio de su favor, en beneficio de los partidos que la promueven, es algo que va contra los fundamentos del Estado de derecho”.
Declaración tan categórica puso en segundo plano las conclusiones de la encuesta, entre las que destacan el empeoramiento de los principales obstáculos que impiden la competitividad. Citó a Winston Churchill, para quién solo había tres maneras de ver al empresario: como un tigre al que hay que abatir; como una vaca a la que ordeñar, o como un individuo que pone su talento y arriesga su dinero para crear riqueza. Según el presidente del Círculo, el Gobierno de Pedro Sánchez nos ve como tigres a los que hay que abatir, “como lo prueba el señalamiento nominativo de empresarios como Amancio Ortega, Juan Roig o Rafael del Pino, que no han hecho otra cosa que crear riqueza y puestos de trabajo”.
Otros obstáculos que, a su juicio, impiden el normal desarrollo de la actividad empresarial y que han empeorado desde el pasado año son: el intervencionismo, la mala calidad institucional, la falta de transparencia en las decisiones del Gobierno, la creciente inseguridad jurídica y la peor calidad normativa.
Las empresas que se han pronunciado en la encuesta valoran negativamente y de forma generalizada el impacto sobre la competitividad de la economía española del desequilibrio de las cuentas públicas; el incremento de los tipos de interés, la no deflactación de los tipos impositivos y la no vinculación de los salarios a la productividad. Acusó a los partidos políticos de obviar cuando hay elecciones el espinoso tema de las pensiones para no afrontar la realidad. Y ésta, según el Círculo de Empresarios, es tan simple como que, para evitar su quiebra, solo hay dos soluciones: bajar su cuantía o aumentar la edad de jubilación, pronunciándose en su caso por esta última, promoviendo los incentivos para que los trabajadores quieran prolongar su vida activa.
También es demoledor el apartado que destina el informe a los fondos Next Generation de la Unión Europea. Menos de la mitad de las empresas han solicitado estos recursos. Los que no lo han hecho aducen la complejidad de los trámites administrativos requeridos. Entre los que sí los han solicitado, tan solo un 18,5% reporta haber tenido una experiencia favorable frente al más del 50% que la valora negativamente.
FOTO: Manuel Pérez-Sala, presidente del Círculo de Empresarios | Círculo de Empresarios