La tele blanquea a Pedro Sánchez

Pedro Sánchez en el programa El Hormiguero de Pablo Motos | Antena 3
José Luis Heras Celemín
Por
— P U B L I C I D A D —

En democracia, la sociedad tiene los políticos que merece, de un signo u otro. Como ejemplos, Pedro Sánchez preside el gobierno de España y María Guardiola enreda a los extremeños y a lo que hay cerca. También en democracia, en la tele, con formato de noticias en programas serios y de broma, con bambolla y en horas de audiencia máxima, dan sesiones de baño y masaje personas, figuras o personajes que pudieran ser periodistas, ‘pesebristas’, algo parecido, todo junto o lo contrario. Mejor sin nombres porque en sesión de atilde se tapan. En un pedestal, la frase de un periodista: ‘Años de Facultad para chorradas’.

Por enésima vez, Pedro Sánchez en la tele. Antena 3 y El Hormiguero. Las reseñas del día después, no críticas, por solidaridad profesional de ‘perro no muerde a perro’, suaves, tratan de no enjuiciar la actividad de Pablo Motos ante el presidente del Gobierno: Víctima de la verborrea del entrevistado. Por la hora, se lo cenó o merendó. Metió preguntas que llevaba preparadas, pero dejó que le acapara la sesión, contestara o dejada de contestar lo que quiso y como quiso. No en la docilidad de Wyoming y Évole, más cerca de Alsina, pero, como éste, sin gol, en el argot de un fútbol que está de vacaciones.

Sin más servidumbre que lo visto, vayamos a lo que Sánchez hizo y el director del programa aguantó. Podrían ser útiles las repreguntas, lógicas, que Motos evitó; y las razones inadecuadas en formato debate, pero razonables en una entrevista. Entremos con repreguntas o apostillas. En orden y por temas:

Fecha de elecciones: “No se puede decir que he convocado las elecciones porque quiero alterar el resultado y estoy cometiendo en fraude”. Si alguien lo pudo entender así, la repregunta es necesaria y doble: ¿Por qué no creer que al convocar usted lo pretenda, y por qué no opinar que altera el resultado?

Ley de sí es sí: “Asumo en primera persona la rebaja de más de mil condenas a violadores y agresores sexuales”. Faltó la concreción de si la ley la asume todo el Gobierno; y las repreguntas: Dañada la sociedad, ¿cómo satisfacer el daño social y a las víctimas?, ¿Qué coste y efectos tiene para usted y para los miembros del gobierno?

Posible cese a Irene Montero: Ante las diferencias públicas y notorias, no la cesó porque “He antepuesto la estabilidad institucional y mayoría parlamentaria para sacar adelante leyes”. La lio: Con el fin leyes, Sánchez justificaba medios. Pero Motos, si lo vio, lo aceptó y se calló.

El sanchismo: “Monstruo inventado para no hablar de otras cosas”. A lo largo del tiempo se ha definido el sanchismo como real y monstruoso. Motos, que debía conocer el fenómeno, pudo separar los actos y conducta de Sánchez para repreguntar: ¿Monstruoso lo que usted hace, o entender que lo que hace, el sanchismo, es monstruoso?

Prensa adversa: “Hay un 90% de programas de origen conservador, mientras en la sociedad hay un 50% de población progresista”. Sin entrar en debate, en entrevista de periodista libre, el director del programa, a aquellas alturas ya sin dirigir, alicaído, pudo pedir el origen y verosimilitud de datos, fijar los términos ‘conservador y progresista’ y repreguntar para que el entrevistado se atuviera a lo que es propio. Pero a Motos le interesaba más el calificativo del programa y el tinte de Antena 3 que el porqué, cómo y con qué fin Sánchez deambulaba por los cerros de Úbeda.

Aplausos a medida: “La violencia de género no se justifica nunca”, España ha retrocedido veinte años en veinte días, por el pacto PP-VOX. Orgullo gay. La entrecomillada es textual, las siguientes no. Tras el programa, se ha difundido la noticia, acaso opinión interesada, de que los aplausos fueron sin estímulo exterior. El conductor previsto del programa, Motos; y el que, a la postre lo dirigió y aprovechó, Sánchez, pudieron, entrambos dos y porque convenía a todo el mundo, espectadores y audiencia incluidos, sin preguntas, repreguntas o con ellas, entrar en los motivos que provocan aplausos públicos. Es normal que cualquier biennacido aplauda que no se justifique la violencia, que los derechos se defiendan y que el orgullo gay está en la sociedad. No lo hicieron. Por eso, cuando al final los muñecos hormigas que preguntan buscaron la broma y jolgorio habitual, no lo consiguieron.

En puertas de unas elecciones generales que interesan, El Hormiguero de Motos en Antena 3 a favor de Pedro Sánchez quedó para la historia con más pena que gloria. No como un repaso profesional y libre de la parte de la prensa que tiene ocasión para entrevistar a un candidato a presidente de Gobierno que quiere seguir en el Gobierno. Fue un intento, repetido, de la tele que blanquea a Pedro Sánchez.


FOTO: Pedro Sánchez en el programa El Hormiguero de Pablo Motos | Antena 3

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