Indignante. PSOE y Podemos presentan una proposición de ley para rebajar el delito de sedición. Se convertirá en desordenes públicos agravados. Un ninguneo al Supremo que ya descartó calificar como desorden público los sucesos del 1 de octubre. El cambio nominal es relevante porque en el subconsciente pasa de ser un delito horrible e inaceptable a poco más que una gamberrada. Algo así como cuando los imputados pasaron a ser investigados.
Pero además del cambio nominal y subconsciente, está el efectivo. Los fugados Marta Rovira y Puigdemont podrán regresar sin que su condena lleve aparejada privación de libertad. Y para los que ya han sido condenados por inhabilitación, pueden aspirar a rebajar su ‘barbecho’ de 15 a 8 años. “Ayudará a distender la situación en Cataluña”, dice Sánchez.
En definitiva: un chollo. El mensaje está claro: ‘si quieres reiterar tu delito, no te preocupes que yo te rebajo la pena’. El presidente de la Generalitat catalana, Pere Aragonés, encantado. Se felicita del paso dado en la “desjudicialización” del conflicto, que debe ser algo como aquello de sacar a la policía del llamado “conflicto vasco”.
Por supuesto el PP ha salido a denunciar la indignidad: humilla a España. El mismo Sánchez es consecuente de que su decisión será difícil de entender en Castilla la Mancha, Andalucía o Extremadura. Empatía resiliente.
Sánchez se atreve a semejante humillación nacional porque la humillación de los indultos le salió gratis. Tras la tormenta, llegó la calma. O al menos eso piensa él. Porque el hundimiento del PSOE en Andalucía -además del pésimo candidato- probablemente está relacionado con los indultos.
Pero él arriesga. Lo intenta. Aunque haya que humillar al Estado. Aunque deje la dignidad nacional a los pies de los caballos. Porque su objetivo no es otro que sobrevivir. Y si para eso tiene que abaratar el delito de poner en solfa la unidad nacional, lo hace. Porque al fin y al cabo, está dispuesto a que su amigo Conde-Pumpido sea el que blanquee en el Constitucional un nuevo estatuto de autonomía catalán con justicia propia y decisión sobre las inversiones estatales.
Es decir, el mismo Sánchez es un sedicioso colaboracionista. Con corbata. O sin ella si hay que predicar ecologismo. Pero sedicioso en todo caso. Por eso cree que se trata de una mera gamberrada sin mayor recorrido. Se equivoca. Se trata de un delito que atenta contra el derecho humano a que mi patria, la patria de mis padres y abuelos, sea respetada. Y eso, ‘Antonio’, pretende que salga gratis. Y por cierto, ¿qué dicen los Page, Lambán y Fernández Vara?
El anzuelo del pescador
- Ayuso se fortalece. El acoso de la izquierda política y mediática a Isabel Díaz Ayuso la fortalece, la hace crecer. De una mala gestión en las urgencias extrahospitalarias se ha despertado una huelga general de batas blancas. Nadie duda de que más allá de las razones profesionales es principalmente una huelga política. Y Ayuso acepta el órdago.
- Transportistas. No están dispuestos a seguir trabajando a pérdidas y se quejan de que el gobierno incumple sus compromisos. Así que esta domingo comienzan una huelga indefinida. ¿Se sumarán otros sectores?, ¿será el comienzo de un otoño caliente?
- Beneficios caídos del cielo. Según Fedea, el 60% de las subidas salariuales se la llevará Hacienda. La Agencia tributaria lleva recaudados ya más de 30.000 millones extraordianarios como consecuencia de no deflactar la tarifa del IRPF. ¡Eso sí que son beneficios caídos del cielo!
