La justicia se quita la venda

La justicia se quita la venda
José Joaquín Flechoso
Por
— P U B L I C I D A D —

Quizás la imagen más reconocible que simboliza la justicia, es la representada por la diosa griega Temis. Esta deidad era la encarnación del orden divino, el derecho y las buenas costumbres, su aspecto era como la personificación de la justicia divina de la que emana la ley. A esta diosa le acompañaban dos símbolos inequívocos, uno era la balanza, sinónimo de equilibrio y equidad, y el otro una venda en los ojos para repartir justicia sin criterio subjetivo. Dicha venda es sinónimo de imparcialidad, pues la justicia debe ser aplicada según los principios del derecho, sin favoritismos, independientemente de la identidad del sujeto, el poder que ostente la persona o sus medios económicos, con el fin de mantener en todo momento el principio de independencia.

Sirva esto para situarnos y no complicarnos la vida con esa famosa frase que solo se la creen los que están seguros que nada les va a pasar, cuando afirman: “la justicia es igual para todos” mantra repetido en estos días entre otros por el abogado de la Infanta Cristina y ex político Miquel Roca i Junyent, aquel hombre que maravillaba por su oratoria con acento catalán en las primeras Cortes democráticas. Roca fue uno de los fundadores de Convergencia Democrática de Catalunya (los del 3%) que luego se uniría en coalición con Unio Democrática de Cataluña para converger en la coalición CiU. En sus comienzos perteneció a un partido de izquierdas de aquella época llamado Front Obrer de Catalunya vinculado al llamado FELIPE (Frente de Liberación Popular) que existió entre 1958 y 1969 motivado por el fracaso en la implantación en el interior de las formaciones políticas de izquierdas clandestinas, salvo el PCE. Allí, hacia sus correrías políticas universitarias junto a los socialistas Narcís Serra y Pasqual Maragall entre otros. Una vez en democracia fue diputado por Barcelona desde 1977 a 1995 y portavoz de Convergència i Unió (CiU) en varias legislaturas. Es también recordado por ser uno de los siete padres (¡qué mal suena esto!) de la Constitución. Fue considerado como uno de los políticos del futuro en la incipiente democracia, hasta que los españoles que seremos lentos en asimilar a los políticos, pero rápidos a la hora de desenmascararlos, pusieron a Roca en la grada como los futbolistas de bajo rendimiento, tras su fracaso en 1986 como líder de la llamada Operación Reformista, también llamada Operación Roca, que contaba con el político catalán al frente de la misma, aunque él se presentase como cabeza de lista por CiU. Dicha operación política era encabezada por el Partido Reformista Democrático (PRD) formado por antiguos miembros de la UCD y donde pusieron de secretario general a Florentino Pérez, aquel ingeniero de caminos que de ser concejal del Ayuntamiento de Madrid, ha llegado hasta la Undecima, pasando por ACS. Pero la operación reformista fue el fiasco más importante de la política de centro jamás prevista, y certificó la defunción del centrismo como opción política, algo ahora indefinido pues hay codazos por el sitio que pretenden ocupar Ciudadanos, el PP segun Andrea Levy, o el PSOE cuando le sale de la gestora. En 1995 el entonces molt honorable y hoy molt impresentable Jordi Pujol, convenció a Roca para que se presentara a las elecciones municipales en Barcelona intentando desbancar al entonces alcalde socialista Pasqual Maragall. Pese a su aparente popularidad, perdió por un amplio margen, aunque continuó como concejal del Ayuntamiento de Barcelona aguantando desde la oposición como guerrero sin espada. Tras estos dos sonoros fracasos, este hombre de estado como lo calificaban los medios por aquel entonces, montó su bufete de abogados para ganar dinero sin necesidad del 3% como hacia su correligionario y jefe Jordi Pujol. Bien es cierto que estas dos anteriores derrotas políticas de un hombre de la talla y peso en las esferas de poder españolas no podrían soportar una tercera al actuar como defensor de la Infanta Cristina, directamente designado por el Rey Juan Carlos para sacarla incólume del putrefacto asunto del Instituto Noos y de la empresa conyugal Aizon. Evidentemente por si acaso le envolvía otra vez el maleficio del perdedor, el abogado catalán solo se puso una vez la toga, dejando a miembros destacados de su bufete a defender en primera fila a la Infanta, quedándose para él las comparecencias con los periodistas en la puerta de su despacho. Evidentemente esta vez no salió revolcado como cabeza de cartel y en un arrebato de soberbia propia de los que no saben digerir bien el triunfo, se atrevió a exigir a los españoles “una disculpa pública hacia Doña Cristina de Borbón” como parte agraviada por haberse tenido que sentar en el banquillo de los acusados esta inocente criatura… Como le dijo el ex primer ministro sueco a Donald Trump: “¿Tu qué te has fumado?”

La diosa Temis harta de jugar a la gallina ciega, se quitó la venda de los ojos en los juzgados de Palma de Mallorca, por si con tanta ceguera se le fuera a ir la mano y acabase con la hermana del Rey haciendo el patio cual Isabel Pantoja en sus vacaciones a la sombra. La folclórica y no otra, pidió para sí misma el mismo trato de favor, pues alegó en su defensa que su cociente intelectual es menor que el de Cristina y que por tanto si la ignorancia puntúa ante la justicia, ella gana por goleada. También la diosa griega se quitó la venda cuando tenían que decretar las medidas preventivas para el consorte de lady Ginebra, por si acaso. Como los golfos de cuello blanco tienen un trato especial al menos en España, Bárcenas estaba atento a lo que dijesen los jueces con respecto al ex jugador de balonmano, pues a él por pedir pasar las navidades en su chalet de Baqueira y tener que ir a firmar en el juzgado pirenaico, le montaron la del pulpo y con razón. Olvida Luissefuerte, que sus delitos tienen un matiz diferenciador a los de Iñaki, pues este ultimo solo se ha llevado dinero público lo cual le da un plus de golfería mayor, mientras él hacía de cuentabilletes de la financiación ilegal del partido. Lo de Barcenas tiene un caché inferior y más paleto. No es lo mismo Luis, tú no has dado braguetazo real, ni has veraneado en Marivent, ni tienes un cuñado rey, ¡no te vengas arriba! También los de la Gürtel están arrepentidos por no haber golfeado por Mallorca ni hacer negocios con el duque empalmado, fallo que están pagando en Soto del Real. Iñaki no se fuga, es cierto, ya esta fugado, pues salvo que la España de las autonomías haya ampliado fronteras, Ginebra está en Suiza y los juzgados españoles, solo llegan hasta La Junquera.

El otro día me vino a la memoria una frase que dijo el ex alcalde de Jerez Pedro Pacheco: “la justicia es un cachondeo”, pues bien, sobre este ciudadano, la Audiencia Provincial de Cádiz lo condenó a cinco años y medio de prisión por dos casos de enchufismo, manteniéndose aun en prisión desde 2014, además de haberle embargado una casa para hacer frente a la fianza. Eso Pedro, para que digas otra, pues ya sabes que con algunos jueces, bromas las justas, o sino pregúntaselo a Baltasar Garzón. Demostrado queda, la ejemplaridad, no es igual para todos y quien más lo tenía que dar, pasea en bicicleta por Ginebra, con el pasaporte en la mochila, sonriendo a la cámara.

1 Comentario

  1. Desde luego el largo parto judicial ha producido resultados esperados por la mayoría de los ciudadanos, que ya no se creen nada de lo que les cuentan. Ha nacido la «doctrina Urdangarin» que, como otras anteriores, puede servir como jurisprudencia de referencia a partir de ahora. Queda el Supremo como última instancia. A todo esto el «ciudadano Juan Carlos» (ya no es Jefe de Estado ni rey de España) parece que sigue siendo inviolable (artº 14 de la C.E.).

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