Probablemente nunca encontrará un candidato, tantas posibilidades diferentes, para ser investido como tiene el actual Presidente en funciones, después de los resultados de las últimas elecciones generales, posibilidad de hacerlo a izquierdas con Podemos y abstención de ERC, posibilidad de mayoría absoluta con la izquierda con Podemos y ERC, posibilidad de mayoría absoluta a su derecha bien con los liberales de Ciudadanos, bien con la derecha en un Gobierno de gran coalición. Y por supuesto encabezar un Gobierno Constitucional de los tres principales partidos.
Quizás el poseer tantas y diferentes posibilidades, le ha proporcionado a Sánchez la creencia, de que sería Presidente sin sentarse a negociar con nadie, y que las necesidades de unos de no ir a nuevas elecciones y los miedos de otros a un Gobierno con comunistas, le proporcionaría la investidura y le dejaría el camino expedito, para luego gobernar fácilmente con geometría variable.
Pero lo cierto, es que después de casi tres meses, ha perdido el pleno para su investidura, y ha salido cuando menos herido del mini-proceso de negociación. Ha pecado de prepotencia, de capacidad de negociación, y por último tener claro que quería, además de continuar como Presidente del Gobierno. Esto último es lo que le ha llevado al fracaso, si hubiese decidido desde el principio que quería hacer, quizás a estas alturas sería ya Presidente.
Si quiere un Gobierno con los comunistas, debe tener claro que tiene que ofrecer además de cargos, cesiones políticas, que pueden conducirle a recriminaciones de determinadas Instituciones, españolas y europeas. Es fácil imaginar que en Europa, en los inversores extranjeros y en los inversores y empresarios españoles, no vean con buenos ojos un Gobierno con comunistas, habiendo otras muchas alternativas.
Si pretende un Gobierno en solitario, con apoyos en forma de abstención para la investidura, deberá ofrecer a los partidos a su derecha, políticas que sean aceptadas por ellos, y garantías de que no se concederán indultos tras la sentencia del procés. Y si quisiera un Gobierno de coalición con PP o con Ciudadanos o con ambos deberá sentarse a negociar con quien proceda las políticas y los cargos políticos que las llevarán a cabo, y tener en cuenta que la política de desinflamación en Cataluña va a ser muy difícil.
Tiene dos meses para meditar y actuar, pero empiece por tener claro que quiere y que puede, y tiene que tener también claro, que unas nuevas elecciones que piensa que va a ganar, más claramente, también las puede perder, ahora bien si piensa que España está por encima que Él mismo, entonces si no ve salida, pues adelante con las nuevas elecciones, pero nunca podrá tener más posibilidades para pactar, que ahora mismo.
De los demás que se espera, Podemos ya sabe los límites y puede que en Septiembre el Gobierno que podía haber sido en Julio, no pueda contar con la abstención de ERC y no salga adelante ni con Bildu. Con lo que con suerte para ellos si no hay elecciones generales pasaría a la oposición por el apoyo a Sánchez de las fuerzas constitucionales.
Ciudadanos, si recibe la llamada de Sánchez para negociar, solo le caben dos opciones, el no porque en campaña dijo no a Sánchez, o ofrecer un Gobierno de coalición Presidido por un socialista diferente a Sánchez, con el que puedan pactar las políticas correspondientes para la legislatura. Sánchez ha sido el primero en vetar a Iglesias, abriendo así el melón de los vetos, luego no debería extrañarse, de que otros acepten coaligarse con su partido pero sin Él, porque para C’s Sánchez puede ser el problema. Sería la mejor forma de cambiar el “no es no” por un más amable “si pero”.
El PP podría dar una lección de patriotismo y moderación con una abstención a Sánchez de dejarle gobernar en solitario con algunas condiciones, para el “Sistema” sería lo mejor y loable, pero sus votantes quizás prefieran devolverle el “no es no” que Él fue el primero en ponerlo en práctica.
Veremos que sucede en dos meses, pero si tenemos que ir a nuevas elecciones, C’s y PP deberían ponerse de acuerdo en un programa y en un candidato (preferiblemente femenino), para presentarse en coalición pre-electoral, para poder ganar las elecciones generales, ya que la Ley electoral española prima, las concentraciones de voto, en las circunscripciones pequeñas en las candidaturas al Congreso, y muchísimo más en las candidaturas al Senado, máxime con la división que habrá en la izquierda, con dos candidaturas pro-comunistas de Iglesias y Errejón, y una IU que no sabrá a que jugar, pues “ceteris paribus” con Podemos Garzón perdería el escaño, y por otro lado un PSOE enfrentado a Iglesias y un Errejón que tratará de marcar territorio, pero sin sometimiento total a Sánchez.
Antes del 23 de Septiembre sabremos si hay Presidente investido o Nuevas elecciones, las segundas en el año, y las cuartas en cuatro años.