Investidura Feijóo, martillo y yunque

José Luis Heras Celemín
Por
— P U B L I C I D A D —

Martillo y yunque, son herramientas para forjar, aguantando o golpeando. ‘Uno es martillo o es yunque; la buena gente siempre ha sido yunque’. Dice Corey Stoll, Peter Ruso en la serie Billions, de Brian Koppelman. Billions, miles de millones. ‘Cuando seas yunque, aguanta. Cuando seas martillo golpea’, es un consejo atribuido a Lenin. Miles de millones en serie de televisión USA, poder político y táctica leninista. Economía, realidad, ficción y política. Todo en la Investidura Feijóo. Los resultados 23J son distintos a la mayoría absoluta, en la que habría que administrar lo que hubiera. Con 137 diputados, sólo hay que hacer lo que conviene: Poner a todos, ciudadanos y partidos políticos, ante la obligación que tiene cada uno. Sin más.

La gente buena, yunque para aguantar. El ser candidato exige aguantar patadas. En una investidura, con el Gobierno en Funciones, agazapado y adversario, lo inteligente, Lenin dixit, es aguantar o golpear cuando convenga. Poniendo a cada uno frente al espejo y ante todos. Primero, en la investidura votada dos veces. Después para definir alternativas. Y siempre para enmarcar cataduras, intenciones y gente. Antes de la primera votación, yunque, aguante a tarascadas y buena cara. Preparado, martillo de mazo o bola con mango.

En contactos previos, el candidato supo las posturas de todos. PP, Vox, UPN y CC a favor. En contra los coaligados PSOE-Sumar, independentistas vascos (PNV y Bildu) y catalanes (ERC y Junts), y BNG. 172 contra 178. A los afines, afecto y vista larga, para lo que venga a pronto, medio o largo plazo. Estrategia adecuada para el resto. Martillo sin miramientos a los alejados en el espectro ideologico, Bildu y ERC, aprovechando su entidad con dos provechos: Enredarlos entre los paisanos que quitan o dan presencia y poder político, Bildu frente a PNV y Junts frente a ERC. Mostrar la voluntad y posibilidad de que los adversos a Bilduy ERC, ideológicamente más cercanos y supuestamente más proclives, por si pueden ser ‘aprovechables’ en las posibles e inmediatas votaciones: En la investidura Feijóo. En la de Pedro Sánchez, si llega. Y en un después que está en el alero, en una legislatura corta o larga de cara al futuro.

Con Puigdemont fugado y ERC al pairo, la posibilidad del catalanismo seny, antigua CyU hoy Junts, de derecha integrada en la ideología nacional española parece arruinada, pero su indigencia real muestra un espacio catalán que Feijóo puede ocupar. Aunque lo pareciera, no buscó alianzas con Junts. En su lugar, leña al mono, puesta de mano en la llaga y análisis de una Cataluña empobrecida por el independentismo, el PSC y el resto de la izquierda. Economía catalana, industria, sanidad, educación, universidad, paro y Estado del bienestar. Lazo al aire, estudio de la actualidad y programa: Un anzuelo para, a medio plazo, revitalizar el PP catalán.

Como aliado posible, el PNV, con sus cambalaches y cuitas. Paciente, evitando el ‘Váyase usted a hacer puñetas´, que a veces pide el verbo entre bronco y melifuo de Aitor Esteban, Feijóo aguantó la fanfarria bravucona del vasco. Separando la derecha peneuvista, de la izquierda abertzale Bildu con votos que no quiso. Primero en la exposición del programa para pedir la confianza de la Cámara, más tarde contestando en réplica y dúplica, el aguante y condescencia parecía fuera de lugar. Falta de educación de Aitor Esteban, voluntad de faltar, incluso humillar. Parecía y es lo importante de la investidura, para un gobierno Feijóo u otro. El PNV puede ser una solución o varias, también el problema. Para la investidura, la realidad de Euskadi y España, y para el futuro de todos, PNV incluido.

Al acabar, cafe. Periodistas y conversación en el patio de Floridablanca. Allí, alguien sugirió, no aseguró, la presencia posible en Neguri, el barrio del dinero o adinerados en Guecho (Vizcaya) de dos personas capaces de sugerir, no incitar, algo al PNV y lo que haya o pueda haber alrededor de la Casa de Sabino, (Sabin Etxea) sede del PNV: Pedro Morenés, ministro de Defensa en un Gobierno Rajoy; y Cristina Garmendia, sin militancia política, ministra de Ciencia e Innovación en un gobierno Rodríguez Zapatero.

Billions. Brían Koppelman, Dinero. Neguri. Insolencia de portavoz vasco en el Congreso de los Diputados. Garmendia. Morenés. Cuando seas yunque, aguanta. Cuando seas martillo golpea. Una votación adversa. Más: Investidura Feijóo, martillo y yunque.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí