Iceta tiente tres gatas

Miquel Iceta
José Luis Heras Celemín
Por
— P U B L I C I D A D —

Desde lejos, Miquel Iceta es un catalán tierno que produces afabilidades varias. Entre ellas, hay una, fonética, debida a su apellido, que tiene sus orígenes en la entrañable Escuela de Párvulos: “Y zeta”, rematan los niños en las escuelas infantiles al terminar de recitar las letras del abecedario.

Pero el “Y zeta” sonó Iceta, presentado éste en el Hotel Palace de Madrid por el exministro de Educación Ángel Gabilondo, como un catalán de Barcelona, de madre catalana y padre vasco, soltero pero que vive en pareja, que conduce un Golf, y que tiene tres gatas.

El acto tuvo lugar el viernes con la presencia de una parte, no toda, de la flor (alguna pasada) y nata del socialismo: presidentes autonómicos (Fernández, García Page y Lambán), ex ministros (Rubalcaba, López Aguilar, Trinidad Jiménez, Elena Salgado, Carmen Alborch, Jordi Sevilla, Borrell, Solchaga, Enrique Barón), gente de la nomenklatura socialista (Micaela Navarro, César Luena, Idoia Mendía, Rafael Simancas, Purificación Causapié, Patxi López,…) y otros: la concejala Villacís, el empresario Juan Pablo Lázaro, sindicalistas, embajadores y prensa.

Faltaban los pesos gordos Felipe González, Rodríguez Zapatero, Alfonso Guerra, y el secretario general Pedro Sánchez.

Pero el evento había sido concebido como un acto político con vistas a las Elecciones Catalanas del 27 de septiembre, y como hito con el que encarar las Elecciones Generales anunciadas para diciembre.

Por ello, además del acompañamiento, se dispuso el reparto de los cinco folios y medio con el discurso que Iceta, convertido en candidato a presidir la Generalitat de Cataluña, leería en el Foro Nueva Economía con un título atractivo: “Una Cataluña mejor en una España diferente”.

El discurso, quizá biensonante en Barcelona pero inconsistente en los salones de un hotel en Madrid, tuvo varios apartados:

  • Una regañina previa, por no escuchar la advertencia del ex president Montilla sobre “el riesgo de la desafección hacia España que se empezaba a vislumbrar en la sociedad catalana”.
  • Los datos de los catalanes que se manifestaron en pro de la independencia (1.861.753), superior a la suma de votantes de PP y PSOE, (1.618.125), organizados con un “plan de acción… (en busca de) “el conflicto, la progresiva desconexión y declarar unilateralmente la independencia”.
  • La pregunta “¿Qué ha pasado?”, para que quieran separarse de España. Contestada con una causa: “se ha producido una tormenta perfecta en el momento en que han coincidido un president de la Generalitat inconsciente y aventurero… y un presidente del gobierno de España definido por la inacción”; y con un hecho: “han sabido cristalizar en la sociedad catalana la idea de que España no es capaz de dar respuesta… y que la independencia de Catalunya constituye la única posibilidad de construir un país mejor”.
  • El interrogante “¿Y por qué lo han conseguido?”, respondido con una patraña: “La sociedad española…, especialmente el Gobierno de España y su presidente, no ha sabido articular un proyecto… capaz de contrarrestar, ante una parte muy importante de los catalanes, la idea de la independencia”, que produce que “un problema que no es catalán” se convierta en “El Problema de España”.
  • La consecuencia, mendaz, de que “aunque las responsabilidades sean muchas,… la principal es la del presidente del gobierno de España” porque, “mientras el independentismos ha ido avanzando… no ha lanzado ninguna idea… para contrarrestar el proyecto independentista”, recordando, sólo, “que hará cumplir las leyes, olvidando que la independencia no se combate con leyes sino con la formulación de mejores proyectos políticos”
  • La postura de Mas, con un “balance de gobierno que no puede exhibir nada…, que le ha llevado a una escapada oportunista hacia la independencia y la secesión como único salvavidas al que aferrarse para sobrevivir políticamente. Y que le lleva a presentarse a las elecciones camuflándose él y su partido con objeto de disfrazar, además de los casos de corrupción que afectan a su partido, su fracaso como gobernante”
  • El descubrimiento de “una manera de salir de este monumental lío con un cambio en Cataluña, ligado al cambio de España, que sirva para sustituir a Mas, primero, y luego a Rajoy” y que da pie al lema del PSC para la campaña: “Salgamos del lío. Ni Mas, ni Rajoy. Queremos una Catalunya mejor en una España diferente”.
  • La propuesta socialista: “Reforma de la Constitución…, que está concretando un grupo de expertos”
  • La oferta, “porque yo soy un político experimentado y predecible (con) “capacidad y voluntad de diálogo, de negociación y pacto… para convencer a los catalanes de que España sí quiere cambiar”.
  • La pretensión “somos los únicos capaces de articular un proyecto de progreso… sustentado en una nueva mayoría que será catalanista, reformista y pactista”
  • Y una petición: “para que podamos convencer a los catalanes de que el cambio en Catalunya y en España es posible les necesitamos a ustedes”.

Al acabar, mientras se afilaban preguntas, entre las arañas de cristal de roca del salón flotaba una sensación que alguien concretó en una redacción:

—España a la medida de lo que quieran algunos catalanes.

Después, respondiendo preguntas, Iceta se pronunció por:

  • La no participación del socialismo en un frente en defensa de la Constitución, aunque sí en el impulso de acuerdos trasversales.
  • Paralizar la propuesta de Reforma del Tribunal Constitucional, porque (¿?) “no estaríamos así si el TC no se hubiera pronunciado en contra de los catalanes”.
  • La realidad del futuro del PSC y del socialismo, que vinculó al hecho (parece que errata de dicción) de que “hay más días que langonizas”.
  • Una Nación catalana en un Estado plurinacional.
  • Pedro Sánchez en la campaña catalana “hasta en los spots de televisión”.
  • La carta de Felipe González publicada en El País, que es “el consejo de un buen amigo que decía cosas con sentido común”.
  • Separar el agravamiento del problema catalán de las afirmaciones de Rodríguez Zapatero, que habló de la Nación como un concepto discutido y discutible. Y que no creó el problema, “lo que hizo fue intentar encauzarlo en el marco de una España unida (porque) Zapatero entendió el problema y lo encauzó”.

Sobre esta última cuestión, en la salida, alguien hizo una afirmación y un gesto con las cejas que no resumía nada. Pero que en castellano y catalán explicaba todo, especialmente la entidad y postura del catalán Miquel Iceta:

—Lo dijo Gabilondo: Iceta tiene tres gatas…


Ilustración basada en la foto original de Flickr:presidentmontilla

 

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