
El descalabro del independentismo (ERC, Junts, CUP), tras su peor resultado desde 1980 y quedarse en 61 escaños y el 43% de los votos, sitúa al secesionismo catalán en estado de hibernación hasta una próxima embestida de los autores del procés que permanecerá enterrado durante una buena temporada. Aun así, los actores principales de la última estrategia soberanista iniciada en 2012, se resisten a dar un paso atrás mientras hacen cábalas para continuar al frente de sus respectivas formaciones y seguir chantajeando la política nacional.
Tal es el caso de Puigdemont, al no darse por vencido en su estrategia de volver a la Generalitat, con el aviso de luchar “hasta el final” y todas las opciones abiertas, incluida una repetición electoral que, sin ser su “prioridad”, tampoco la descarta al estar “preparado” para ella. El republicano Junqueras, por su parte, también se resiste a dejar la política, al verse “útil” todavía para liderar ERC una legislatura incierta con el aval de la militancia para poder ser el candidato a la Generalitat. El amago de retirada en diferido junto a su secretaria general, Marta Rovira -tras haber perdido 13 escaños y casi 200.000 votos- quedara condicionado hasta un congreso de la formación el 30 de noviembre.
Geometría variable para la investidura de Illa
No es esta la intención del ganador de las elecciones, el socialista Salvador Illa, convencido de tener los apoyos necesarios para alcanzar el Govern, aunque dejando abierta una geometría más que variable para lograrlo. Su estrategia es gobernar en minoría, al menos en una primera fase, sin incluir en su gabinete a los comunes, dispuestos a formar parte del eventual ejecutivo para reforzar las ‘políticas de izquierdas’. Lo que, si descarta la dirigente de esta formación, Jéssica Albiach, es la «coalición del asfalto» como denomina a un pacto entre Junts y PSC e incluso una repetición electoral.
La estrategia supone aparcar la reedición del tripartito que gobernó Cataluña 20 años atrás, integrado por PSC, ERC e Iniciativa per Catalunya, antecesor de los Comuns. Hasta el momento de afrontar su propia investidura, el propósito del líder socialista pasa por dar «tiempo» a los republicanos, a los que augura un papel relevante» en la política autonómica, mientras aconseja al candidato de Junts aceptar la realidad y aclarar «si se queda o se va». Los republicanos de ERC ya han decidido ir a la oposición antes de las discrepancias y dimisiones de su cúpula, en espera de la constitución de la Mesa del Parlament tras las elecciones europeas del 9 de junio.
Retorno de Puigdemont
Puigdemont, el candidato fugado que por fin cierra Waterloo, podrá volver a España tras la aprobación definitivade la Ley de Amnistía el 30 de mayo por el Congreso y su correspondiente publicación en el Boletín Oficial del Estado (BOE). A partir de ese momento, los jueces tienen dos meses para aplicar la medida de gracia y archivar los procedimientos relacionados con el procés. Los distintos tribunales pueden presentar una cuestión prejudicial al Tribunal de la Unión Europea y los recursos ante el Tribunal Constitucional, que tienen meses para pronunciarse. Ni el juez instructor de la causa en el Tribunal Supremo, Pablo Llarena, ni el presidente de la Sala Segunda, Manuel Marchena, están por la labor de decretar su ingreso en prisión de manera preventiva.
La otra gran derrota de ERC tras las elecciones será el futuro de los más de 300 altos cargos del Govern en funciones (369) apeados tras pasar a la oposición que cobran una media de 80.600 euros. Apenas 22 nombramientos hechos por Junts, con perfil mucho más técnico, se mantuvieron en el Gobierno monocolor de Pere Aragonès, que ni siquiera tiene intención de recoger el acta de diputado. Los 114 altos cargos que salieron trabajaban en las siete consejerías que ostentaba Junts (Vicepresidencia, Acción Exterior, Salud, Economía, Derechos Sociales, Justicia y Universidades).
Nuevo debate entre Sánchez y Feijóo
Después de tres semanas de ausencia, Sánchez dará explicaciones en el Congreso de los negocios de su mujer, tras las acusaciones del PP sobre un posible conflicto de intereses. No será el único asunto a debatir en la comparecencia del presidente del Gobierno que tiene previsto dar cuenta también de los últimos Consejos europeos, las relaciones con Gibraltar y el reconocimiento de Palestina, al que se ha comprometido antes de concluir el primer semestre del año. El diálogo entre Gobierno y oposición sobre esta cuestión de Estado es nulo por el momento y Sánchez se limita a avanzar que “se informará” a toda la oposición “cuando se tome la decisión”. El partido de Feijóo mantiene su amenaza de convocar al presidente en la comisión de investigación del Senado, si no le convencen las explicaciones de las relaciones empresariales de Begoña Gómez.
La coalición de gobierno aparca su enfrentamiento
El gobierno de coalición aparca su críticas de puertas afuera para evitar mayores turbulencias en una relación cada día más distante y los públicos desaires y discrepancias entre Sánchez y su vicepresidenta Yolanda Diaz. A pesar de ello, PSOE y Sumar destacan “la buena salud” del ejecutivo conjunto tras la primera reunión de seguimiento de los pactos, al tiempo que acuerdan desarrollar “medidas de regeneración democrática”. La ausencia de Presupuestos del Estado lleva al partido coaligado a exigir el cumplimiento de las medidas sociales ya consensuadas, además de apremiar a la derogación de la denominada ley Mordaza y afrontar una reforma integral del Poder Judicial. Lo que si se mantiene es el profundo antagonismo de la coalición por el aumento del gasto en defensa, la guerra en Ucrania y por no romper relaciones con Israel.
Magnicidio fallido
El intento de magnicidio contra el primer ministro de Eslovaquia aumenta la preocupación europea ante las elecciones del 9 de junio y la campaña en los 27 en los países de la UE. La polarizaciónse extiende cada día más con agresiones a dirigentes políticos tras prender los discursos del odio y la división social. La radicalización que divide y enfrenta a partidos y ciudadanos emerge en un momento de tensión internacional con el peligro de que las guerras y los magnicidios no sean cosa del pasado. Solo hay que recordar el asesinato del ex primer ministro de Japón, Shinzō Abe … en 2022.