Cuando creas haber tocado fondo, todavía puedes profundizar, dice el optimista bien informado. Cuando estamos con 6 millones de personas fuera del mercado laboral, 100.000 empresas van a desaparecer y el PIB recortará más de dos dígitos, llega Sánchez a apuntalar la caída. Anuncia una subida del impuesto sobre Sociedades y en el IRPF de los ‘ricos’, o sea de la clase media.
Para ‘vender’ el veneno, Sánchez se envuelve en el discurso del gobernador, Pablo Hernández de Cos. Lo que pasa es que la autoridad del Banco de España no propuso eso sino lo contrario. Abogó por reformas estructurales, recorte del gasto público y subida del IVA y de los impuestos especiales en el corto plazo. No es lo mismo que no acometer reforma alguna, mantener el gasto superfluo y subir la imposición directa en lugar de la indirecta.
Quizás sea el modo izquierdista de salir de la crisis, que básicamente consiste en apuntalarla, desincentivando la inversión y el ahorro y retrasando de esta manera el regreso a la ‘vieja normalidad’.
Con estos mimbres no es extraño que la reunión con los populares acabara a las 10 de la noche sin acuerdo. Está por ver qué posición tomarán los de Ciudadanos. Ya se tragaron la mesa con los secesionistas tras haber afirmado que la mesa y ellos eran incompatibles. Está por ver si ‘les mean’ subidas de impuestos y dicen que llueven, afianzando de esta manera su absoluta irrelevancia. Cuando no te respetas a ti mismo ni tampoco respetas a tus votantes, no puedes esperar que nadie te respete.
Para los populares el deseado acercamiento tampoco es posible. La subida de impuestos y el desprecio a la concertada lo hace inviable. Ahora Celaá dice que para que la educación avance “no hay que dar más al que más tiene”. ¿Es que la concertada es una educación de élite? La solución en tal caso es muy sencilla: regalen a esos curas y monjas la gestión de la educación de sus colegios deficitarios y mejorarán sus ratios. No lo harán. Porque aunque lo nieguen, claro que existe sesgo ideológico. El mismo que en economía. Y la ideología es garantía de fracaso frente a la realidad. ¿Solución izquierdista? Dos tazas. Si no querías economía pública ineficiente, 10.000 millones para invertir en “sectores estratégicos”. Más economía intervenida. Más capitalismo de amiguetes. Mayor ineficacia. ¿Qué pecado cometimos para sufrir esta plaga? El coronavirus ha sido letal, pero su gestión ha elevado su letalidad biológica, social y económica.