El patio político nacional continúa más que candente con la debilidad parlamentaria del gobierno, el chantaje del partido de Puigdemont que le hace perder votaciones y las arremetidas del primer partido de la oposición incluso a cuenta de la dictadura venezolana. Impertérrito ante semejante panorama, el presidente Sánchez –a quien Rufián augura que le queda poco tiempo- culmina su particular cruzada para combatir los bulos, el fango y la ‘fachosfera’ política y mediática, con un ejército legislativo del que hasta sus propios socios recelan.
Homenaje a la censura
En la feroz batalla contra los medios y la “desinformación”, ni siquiera Primo de Rivera se atrevió a tanto. La dictadura del ‘otro’ generalísimo que gobernó con mano de hierro -y la aquiescencia de la monarquía desde 1923 a 1930-, implantó la censura en todo el Estado para combatir y multar a la prensa, aunque nunca se atrevió a investigar a los profesionales de los medios y mucho menos establecer listas de buenos y malos, conspiradores y hasta enemigos del régimen. Cuentan las crónicas que, hartos de la mordaza de la Oficina de Información y Censura que llegó aprohibir hasta la publicación de espacios en blanco o puntos suspensivos, para camuflar las noticias proscritas o que afectaban al dictador, los profesionales aguzaron el ingenio (todavía más que durante el franquismo).
El Heraldo y “la Caoba”
El caso más célebre de la dictadura riverista tuvo como protagonista a la Caoba, la amiga flamenca del mujeriego general, cuya hermana acabó en manos de la justicia por tráfico de drogas. El juez que pretendía procesarla recibió la correspondiente sugerencia para hacerle desistir de sus intenciones. La noticia llegó a la redacción del Heraldo de Madrid, que publicó los hechos, aunque cambiando el país y los nombres de sus protagonistas. España se convertía en Bulgaria y Primo en el dictador Aleksander Zankof. Los lectores captaron el sarcasmo transmitido boca a boca por las calles de todo Madrid que no paró de reír con tan jugosa historia. Pagano por el ridículo del dictador, no fue otro que el político Rodrigo Soriano, que tras denunciarlo públicamente en el Ateneo acabó desterrado en Fuerteventura, junto a Miguel de Unamuno, el gran crítico de la dictadura, como recuerda el profesor Lluis Costa de la Universidad de Girona.
Regeneración vs ‘degeneración’ democrática
Un siglo después, el ejecutivo de la nación agiliza un plan para la regeneración democrática -o ‘degeneración’ según el PP– con la pretensión de “perseguir la desinformación” que Sanchez pretende imponer aprovechando el Reglamento Europeo de Libertad de Medios, ya en vigor, y que incluye el control de cargos públicos, una comisión en el Parlamento contra los bulos, mayor transparencia de los partidos e incluso la reforma de la ley electoral. Las 31 medidas para imponer “mayor transparencia, el control de los medios y la defensa del derecho a la libertad de expresión”, coinciden con la frenética actividad del principal partido del Gobierno paraimplementar acciones judiciales contra magistrados, fiscales y medios de comunicación en su intento de combatir la “máquina del fango” y de la “fachosfera”, con las que diluir las investigaciones sobre la mujer del presidente en el momento de mayor debilidad parlamentaria para aprobar las leyes.
Cuanto peor mejor
El Gobierno de Sánchez suma ya la derrota numero 34 a cuenta del tope a los alquileres vacacionales, tumbado por Junts. El partido de Puigdemont mantiene su amenaza de hacerle “sudar tinta” y de rechazar también el techo de gasto, la próxima semana, imprescindible para aprobar los Presupuestos del Estado. La ministra Montero se resigna a retrasar la presentación de los PGE de 2025 en tiempo y forma más allá del 30 de setiembre, e incluso su rechazo también por el Parlamento, lo que avocaría a otra prorroga de las cuentas públicas. Aún si, cuánto peor está el Gobierno y su maltrecha mayoría parlamentaria, más ánimo le da el gran hermano electoral del CIS, que sitúa al Psoe como vencedor de unas hipotéticas elecciones, 4,5 puntos por encima del PP, en contra de la proyección del resto de sondeos que pronostican una diferencia de hasta 30 diputados entre el bipartidismo (168 el PP por 125 del Psoe).
Contubernio de Maduro en la embajada de España
El dictador que perdió las elecciones en Venezuela consigue aumentar la sima entre el gobierno y la oposición en España tras el insólito ‘asalto’ a la embajada hispana por mandatarios del régimen de Maduro para chantajear el ‘exilio’ del presidente electo. La tensión entre el Ejecutivo y el PP explota por la acusación del vicesecretario de esta formación, González Pons, a Pedro Sánchez de «estar implicado en el golpe de Estado de Venezuela» y considerarle “cooperador necesario” al permitir la “coacción” del régimen bolivariano a Edmundo González en la embajada española en Caracas.
El presidente electo venezolano, reconocido por el Parlamento español, tanto el Congreso como el Senado y por el Parlamento Europeo, denuncia las «coacciones» sufridas en la embajada española por parte de la vicepresidenta del régimen chavista, Delcy Rodríguez, para firmar el documento en el que reconocía la victoria del dictador y poder salir del país. El PP acusa también al entorno de Zapatero -sobre el que pesa una querella judicial- de orquestar semejante contubernio, mientras Feijóo pide la dimisión del embajador en Venezuela y del Ministro Albares, que rechaza las calumnias e injurias públicas contra España. Sánchez deberá explicar en sede parlamentaria la presencia en suelo español por segunda vez de la vicepresidenta venezolana sancionada por Europa y Estados Unidos por violación de los derechos humanos.
El respaldo europeo al «presidente legítimo y democráticamente elegido» del país sudamericano, -con mayoría de la derecha y el rechazo de socialistas y liberales- va mucho más allá, al solicitar a la UE y sus Estados miembros una orden de detención internacional contra Maduro, acusándolo de «crímenes contra la humanidad».
Feijóo y el recuerdo de Franco
El PP está decidido a su vez a mantener su ‘casus belli’ por la financiación autonómica y la inmigración, a las que suma la “mordaza” contra los medios. Un Feijóo empeñado en defender la independencia de los medios con la iniciativa que llevará a la Comisión Constitucional, asegura no haber visto una cosa igual “desde Franco”. Su partido rechaza el plan de “degeneración” del Gobierno y adelanta que no “tapará” las investigaciones judiciales en curso, con su propio plan de regeneración en el Congreso. El líder de la oposición asegura entender el porqué de las referencias como “gran jefe” al inquilino de la Moncloa, tras su ofensiva contra jueces, periodistas y medios de comunicación para permanecer en el poder.
Vox califica las iniciativas del gobierno como «propias de un “régimen totalitario», Podemos las considera “puro humo” mientras avisa de que difícilmente apoyará un plan sin medidas ante el «oligopolio» mediático, y los socios de investidura las tildan de «inconcretas” en espera de conocer su contenido exacto, con la advertencia del PNV de que pueden tener efectos contrarios a lo que pretenden, y la indiferencia de ERC, Junts y Bildu tras considerarlas “un maquillaje más” que valoraran si las apoyan.
ELA y Marlaska
Para que nada queda fuera del control del Gobierno, el titular de Interior, Grande Marlaska repone a la diputada socialista, Mercedes González, al frente de la Guardia Civil, después de que la institución haya asumido tres investigaciones sensibles que afectan al entorno más cercano del ejecutivo y del propio partido socialista: los casos Koldo, Begoña Gómez y el hermano de Sánchez. Después de tres años de desprecio parlamentario a la iniciativa de Ciudadanos, el bipartidismo se pone de acuerdo para regular el tratamiento de los enfermos de ELA con una ley que permitirá la atención continuada las 24 horas para las personas en estadios avanzados.
FOTO: Juan Berga
