Aprovechando la elección del nuevo Presidente de la CEOE, proveniente de la pequeña y mediana empresa, voy a abogar por la creación de un Estatuto para la pequeña empresa que la diferencie legal y fiscalmente de la gran empresa. No sería el primer intento, recuerdo que corría el año 1992, y el ex Ministro de UCD Rafael Calvo Ortega que en su día fue el artífice del Estatuto de los Trabajadores la Ley que cambiaría el fuero del trabajo franquista por las el mencionado Estatuto constitucionalista después de ingentes negociaciones con todos los partidos políticos, el entonces eurodiputado presidía el CDS, con un grupo parlamentario de 14 diputados. Yo era su Jefe de Gabinete y me encargó preparar un Estatuto de la Pequeña Empresa para presentar en el Congreso de los Diputados como proposición de Ley.
Coordiné ese grupo de especialistas necesario y preparamos y presentamos un Estatuto para la pequeña empresa, que el entonces rodillo socialista rechazaba con su mayoría absoluta. Creo que fue un error importante no haber tomado la proposición de Ley como borrador para enmendando lo que fuese haber dotado a España de una Ley que defendiese mejor a emprendedores y pequeños empresarios. Las diferencias son tantas, que la diferenciación es obvia.
Desde la representatividad sindical, que en empresas de un trabajador por ir al extremo, éste se representa a sí mismo, los contratos de trabajo que deben ser mucho más flexibles, la sustitución de trabajadores por baja de enfermedad, la cobertura de las bajas, las vacaciones, la contabilidad, la fiscalidad, y un largo etc. Las conclusiones siempre serán clarísimas es necesario un marco legal diferente para la pequeña empresa. Debemos tener en cuenta que además en España la gran masa de trabajadores lo hace en pequeñas empresas, si estas van bien y crean trabajo España irá viento en popa, si por el contrario el tejido empresarial de las microempresas se resiente España su Economía y el empleo se resentirán mucho más.
El Marco de negociación está totalmente abierto para su negociación, en los diarios de sesiones del Congreso están los Estatutos presentados en su día, porque no ahora pueden ser un borrador o un marco de referencia, el momento empresarial es el idóneo, un Presidente que proviene de la Cepyme, un Gobierno en minoría para no pasar su rodillo, porque esta Ley debe ser para siempre no de legislatura y ahora es donde es necesario el consenso para que sea duradera en un futuro, todos podrían aportar y junto con la reforma de las pensiones, serían dos piezas inmejorables para establecer bases sólidas actuales para futuros crecimientos económicos. Queda año y medio de legislatura para la aventura por el bien de todos.
Pero mucho me temo que los partidos actuales están solo preocupados en su supervivencia en lugar de en logros políticos y económicos, mirándose al ombligo de sus fracasos, analizando encuestas en lugar de hitos, buscando la destrucción del enemigo político más que trabajar con el adversario, incluso en partidos afines ideológicamente o si cabe con mayor virulencia entonces. La oposición desalojada tratando de negociar cuotas de poder, en el Supremo o donde toque, es la costumbre claro. El Gobierno haciendo lo que sea posible por continuar un poquito más en la Moncloa, bien sea diseñando indultos, bien sea presentando Presupuestos, que son más programas electorales fantasiosos, para parecer que se hace algo, pero luego cuando se analizan por expertos como los de la Comisión Europea, resulta que están llenos de agujeros.
Yo animo a que todos los grupos trabajen junto a Sindicatos y Patronal en sacar adelante en esta legislatura este Estatuto de la Pequeña Empresa y la reforma de las pensiones, si no se convocan elecciones en la próxima primavera, cosa que probablemente ocurrirá si PSOE gana bien en Andalucía, pero que Sánchez tenga cuidado las elecciones en Andalucía no se leen igual que las elecciones generales, y si se convocan elecciones habrá sido una legislatura perdida, aunque probablemente también lo será si no se convocan.