Cada día que pasa, Pedro Sánchez se parece más a Li Shulei, el todopoderoso jefe del Departamento de Publicidad del gigante chino, cuyo cometido es fabricar y propagar la narrativa oficial del Partido Comunista (PCCH) para extenderla a todo el orbe. Este protegido del mismísimo Xi Jimping controla, además, los medios de comunicación, al tiempo que supervisa las publicaciones y películas que adoctrinan a los 1.400 millones de súbditos asiáticos. El retrato de tan eficaz camarada del politburó post-maoista lo recoge el corresponsal del diario El Mundo en Pekín, Lucas de la Cal.
Sin llegar a tanto, nuestro presidente del gobierno se conforma con “actuar” contra los medios críticos, denunciar solo los “bulos y desinformaciones” ajenas, dividir a partidos políticos y ciudadanos —entre fascistas o progresistas hacedores del bien—, expedir y propalar carnets de buenos o malos demócratas y amenazar a la oposición controlando hasta el tiempo que puede hablar. Para ello, no tiene reparo en utilizar de manera estratégica un Congreso que cada día añade nuevas cicatrices a su mayoría frankenstein, agrietada por las desavenencias de sus socios. Sus forzadas comparecencias en la cámara baja le sirven para debatir sin límite de tiempo, utilizar señuelos internacionales como Palestina y Ucrania, y levantar muros diplomáticos con países hermanos a cuyos dirigentes insulta de manera zafia y bullanguera un ministro bufón.
Colapso de la legislatura
Cada día que pasa, sus propios socios de gobierno y de conveniencia se le suben a las barbas con la advertencia del colapso de la legislatura y el aviso de que el trágala de las lentejas solo se toma a beneficio de inventario territorial, so pena de tumbar iniciativas como las leyes del Suelo o para abolir la prostitución. El rechazo de Sumar, ERC, Junts, EH Bildu e incluso el PNV tras advertir que sin negociar el resultado será el bloqueo y la suma cero, provoca el enconamiento socialista que culpa de su derrota nada menos que al Partido Popular. Entre tanto, continúan las críticas internas no solo en contra de la inminente ley de Amnistía, sino por un “proyecto de país” del PSOE que el expresidente Felipe González no ve por ningún lado por lo que se siente “huérfano” en su propia formación.
Burladero, chistera de Sánchez y elecciones europeas
Al presidente del Gobierno se le acaban los burladeros para torear a un Parlamento cada día más hostil a sus intereses. La chistera de Sánchez se queda vacía de conejos tras explotarle la kufiya palestina que Europa rechaza y el cañonazo argentino que se vuelve en su contra tras abrir un boquete diplomático que perjudica los intereses de España. Hasta su principal valedora en la UE, Ursula Von der Leyen, afea la estrategia del inquilino de La Moncloa, al alinearse con la italiana Meloni asegurando que defiende los valores comunitarios y cuyos votos decisivos le pueden venir bien para renovar el cargo.
Feijóo pone la proa
El PP vuelve a poner la proa al presidente, esta vez en el Senado, donde le citará a declarar de forma monográfica para explicar el «tráfico de influencias» de su esposa que, según Feijóo, no es moral y menos aún ético. “Cuanto más tiempo pase sin dar la información que le piden los ciudadanos por la corrupción que le acecha, más evidente hace que usted quiere ocultarla», asegura el líder de la oposición. El juez que investiga las relaciones empresariales de Begoña Gómez, ya ha citado en calidad de testigo a Juan Carlos Barrabés, el empresario que concurría a los concursos públicos de Red.es (Ministerio de Economía) en una Unión Temporal de Empresas (UTE) y al que ella firmó dos cartas de recomendación. «La citación al presidente del Gobierno no excluye cualquier otra iniciativa parlamentaria” que el PP considere oportuna.
Los populares movilizan de nuevo la calle con las encuestas del CIS a las elecciones europeas en contra, en las que el inefable Tezanos da como ganador a su partido político, el PSOE, muy por encima de los restantes sondeos: los socialistas crecerían hasta los 24 escaños, mientras el PP se quedaría con 20 en el mejor de los casos, seguido de Vox con 6 y Sumar con 4. Podemos, obtendría entre 2 y 3 diputados y Ahora Repúblicas (ERC, EH Bildu, BNG, Ara Més) mantendría sus tres parlamentarios. Se Acabó la Fiesta, el partido de Alvise Pérez, entraría con uno o dos escaños. Los populares europeos (PPE) lideran claramenteel votoen la UE con un brusco giro a la derecha y las opciones extremas.
Por su parte, la familia socialista sincroniza su artillería para disparar contra el mantra del «fango popular» enquistado otra vez en la presidenta madrileña Díaz Ayuso, que compara el reconocimiento de Palestina con el sanguinario chantaje de ETA.
