En política las coaliciones pueden ser pre electorales o post electorales, en España están más en uso las post electorales, sobre todo en municipales y autonómicas que el sistema electoral resulta más proporcional, durante muchos años en generales se conseguían o mayorías absolutas o muy cercanas.
Cuando el sistema electoral es mayoritario, donde se elige un diputado por circunscripción, la agrupación de candidaturas da un resultado óptimo. Cuando el sistema es mayoritario pero con doble vuelta, como el balotage francés, los pactos se hacen o antes de la primera vuelta para garantizar el escaño, o entre medio de las dos vueltas, retirando candidaturas y otorgando apoyos, a cambio de otros acuerdos electorales o post electorales. En los sistemas fuertemente proporcionales muy al uso en gran parte de Europa los pactos suelen hacerse después de habidas las elecciones.
En España tanto municipales como autonómicas son cuasi proporcionales, las europeas son absolutamente proporcionales y las generales son mixtas entre proporcionales, cuasi proporcionales o cuasi mayoritarias dependiendo del tamaño de circunscripción electoral, a más tamaño más proporcional. En el Senado son altamente mayoritarias. Hasta ahora nunca había demasiados problemas pues entre los dos partidos mayoritarios alcanzaban al menos el 70% de los votos, y obtenían mayorías sólidas en sí mismo o con ayudas puntuales o de las minorías periféricas.
Hoy puede darse el caso de que el centro derecho con un casi 50% de los votos no obtenga mayoría para gobernar por la disgregación del voto en tres partidos, y mucho más desgarrador puede ser el resultado del Senado en beneficio del PSOE que con un 30% puede obtener más de 130 diputados y mayoría absoluta en el Senado.
¿Cómo se ha llegado a esto?, parece que el efecto Andalucía ha confundido a nuestros políticos, que además de fallar en gestión política son unos zotes en aritmética. 2 más 2 no siempre son cuatro en política pueden ser 3 ó 5. En el 2.000 el PSOE llegó a acuerdos con IU y hubo mayoría absoluta del PP. Pero hay caminos como los acuerdos de Navarra, que pueden dar mejor resultado.
La coalición PP/C’S estaba descartada pues dejaba libre el centro izquierda para el PSOE. La coalición PP/VOX igualmente dejaba el centro a C’S. Además las coaliciones, su fecha acabó el 15 de marzo. El PP propone a VOX que retire candidaturas en 28 provincias, pero a cambio de qué, desde luego no hay respuesta posible, porque además parece propagando del PP por el voto útil. Pero se puede hacer algo todavía, pues evidentemente sí hasta la presentación de las candidaturas el 25 de Marzo. En el Senado el PP podría presentar dos Senadores en lugar de tres en algunas provincias de las 28 que dice y pedir el voto para un candidato de VOX en esas provincias y éstos solo presentar a uno. Con ello revertiría la mayoría absoluta en el Senado del PSOE. Además el PP podría incluir en un número dos ó tres según provincias a candidatos independientes en su lista aportados por VOX y estos retirar las candidaturas en las 28 provincias. Esto último podría otorgar una suma incierta, pero cercana a los 10 diputados que además restaría al PSOE y de esta forma poder llegar a una mayoría en Congreso y Senado que permitiese gobernar al centro derecha después del 28 A.
El no hacer nada supondrá además de no poder hacer nada en cuatro años, entregar al PSOE el Gobierno, bien con los golpistas, o con muchísima suerte con C’S, aunque para esto Rivera dejaría su cabeza en vez de pedir la de Sánchez.
Además el fracaso en las generales podría conducir como una bola de nieve a un mayor fracaso en Municipales y Autonómicas un mes después, y Casado tendría que entregar la suya en el PP, y Abascal pasaría a ser flor de un día, o lo que es lo mismo diputado para cuatro años o menos según decida en el futuro Sánchez.
Para pactar hay que dejar al lado la prepotencia, y buscar lo útil y lo necesario para los españoles, no puede creerse uno Presidente del Gobierno con un 20% de los votos que las encuestan pronostican, con el 20% no eres nada, a no ser que armes una alternativa, y para ello hay que ceder, aunque con este pacto a lo mejor beneficia a Ciudadanos, pero es mejor eso si se consigue sumar que perjudicarles si con ello solo se consigue restar. A ver si entre los cercanos a Casado hay alguien que lo vea y le diga la verdad y no solo lo que a los líderes les gusta oír, porque la verdad puede conducir al Gobierno y los paños calientes conducirán al helador frío de la oposición para el partido y para el líder su final político. El triunfo de Andalucía fue más fruto de casualidad que del bien hacer y ahora la casualidad será para el PSOE sino no cambia Casado, todavía está a tiempo, porque además si hay un preacuerdo, puede dar la fortaleza necesaria a la derecha para desanimar a una izquierda muy desanimada y que se está animando viendo la posibilidad del triunfo, ya vimos que la abstención fue enorme en Andalucía y podría volver si hay un mínimo de unidad en la derecha.
