Entre los deportes rurales del País vasco hay uno que todavía sobrevive en contadas ocasiones, que consiste en poner a pelear a dos carneros y hacer apuestas por el ganador, y que se desarrolla a base de choques entre la testuz de los dos contendientes hasta que uno cae al suelo rota la cabeza y en sangre. Algo parecido ha ocurrido entre personas civilizadas estos días, con motivo de la campaña electoral en curso.
Hay un adagio latino que dice «si vis pacem, para bellum«, al que los muy pacifistas oponen este otro «si quieres la paz, practica la paz». A lo mejor sirve para reflexionar sobre los numeritos que han preparado en Rentería los de Ciudadanos y algunos vecinos en un mitin de estos días, y los de Vox y otro pueblo de Euskadi, con la Ertzaintza de por medio impidiendo el choque violento de los dos bandos.
Hay quien dice que Vox y Ciudadanos han programado estos mítines más que nada para poner de relieve ante la opinión pública el clima de violencia que sobrevive en el País Vasco y conseguir votos a su favor en el resto del territorio de España. Y desde luego tanto Vox como Ciudadanos han orquestado una campaña en los mass media, y para presentar una denuncia ante los tribunales. Al igual que ocurrió en Alsasua en una visita de Pablo Casado y otros al bar donde se produjo un incidente entre unos miembros de la Guardia Civil y unos vecinos de este pueblo navarro.
Cierto, todas las fuerzas políticas participantes en esta campaña electoral tienen derecho a hacer «su» propaganda electoral donde les apetezca, y ser recibidas con todos los respetos que marca la ley.
Como Pablo Iglesias, que celebró el día 14 su mitin en conmemoración del Aniversario de la Segunda República en Eibar, donde no se produjo ningún incidente. O el mismo Pablo Iglesias que pudo escuchar ayer 15 de abril en Nalda, La Rioja, en mitad de su discurso, un grito de Viva España, que acogió y subrayó con filosofía y amabilidad.
Todo el mundo sabe que el clima de violencia que vivió Euskadi en tiempos pasados ha sido superado. Todo el mundo recuerda que con motivo del secuestro y asesinato del concejal de Eibar y vecino de Ermua Miguel Ángel Blanco se produjo en todo el País Vasco un clamor popular impresionante por su fuerza y participación popular. Todo el mundo sabe y quizá debería recordar en este momento que durante muchos años, a cada acción violenta que ocurría, se producían en casi todos los pueblos manifestaciones silenciosas llamadas «Gestos por la paz».
Los mítines de Ciudadanos en Rentería, el incidente de Altsasua con protagonismo de Pablo Casado, los mítines de Vox, parece que pretenden resucitar el clima de violencia que la inmensa mayoría de los ciudadanos del País Vasco están intentando olvidar.
Podríamos rogar a los que compiten en esta campaña electoral, que fomenten más bien un clima de serenidad y reflexión sosegada y que los votos de todo el mundo sean emitidos con la cabeza serena y los nervios tranquilos.