“Es tiempo de retomar el espíritu reformista para corregir los grandes desequilibrios que aún presenta la economía de nuestro país”, afirmaba con rotundidad el presidente del Círculo de Empresarios, Javier Vega de Seoane, al presentar lo que habitualmente hubieran sido “críticas a los presupuestos del año próximo”. Pero, como quiera que éstos han tenido que prorrogarse, “hemos decidido presentar nuestras propias reflexiones ante esta nueva legislatura, que ahora sí que parece va a iniciarse de una vez”.
Los empresarios apelan al sentido de la responsabilidad de todas las fuerzas políticas para que antepongan los intereses generales a los de su propio ombligo, señalando que no basta con apoyar la investidura [de Rajoy], sino que es preciso implementar las medidas necesarias para que España cumpla los objetivos presupuestarios pactados con la Comisión Europea. “Formar Gobierno para no poder gobernar es la peor de las hipótesis, y la pérdida de credibilidad ante las instituciones europeas serían irreparables, además de hacer ineludibles las sanciones contra nuestro país y la pérdida de los fondos europeos”.
Josep Piqué, vicepresidente del Círculo de Empresarios y encargado de su Área de Economía, desglosó las reformas estructurales y de corto plazo que consideran prioritarias:
- La educación, para la que reclamó un pacto que dé estabilidad y visión de largo plazo, que fomente el espíritu emprendedor y la capacidad de nuestros jóvenes para encontrar empleo.
- La globalización y la digitalización, “porque el siglo XXI es digital y el que pierda ese tren se quedará marginado”.
- La transformación del sistema de pensiones, de manera que puedan garantizarse su mantenimiento y sostenibilidad, “algo imposible si persiste la tendencia a que cada año entren en el sistema 800.000 nuevos pensionistas mientras que solo lo hagan 400.000 nuevos cotizantes a la Seguridad Social”. Javier Vega comparó la situación a la “pirámide de Ponzi”, en la medida en que todo pueda estallar el día que no haya fondos para atender a todos los que se han ganado su legítimo derecho a su pensión.
- La adopción de medidas que fomenten la natalidad y la mayor incorporación de la mujer al mercado de trabajo.
- La profundización en la reforma del mercado laboral, que impulse la creación de empleo estable y de calidad y que disminuya la dualidad entre contratos indefinidos y temporales.
- La reforma integral de un sistema fiscal cuyo modelo actual ya está agotado, y que ha demostrado su escasa capacidad recaudatoria, simplemente porque las bases imponibles no son lo suficientemente amplias.
Piqué estima que el conjunto de estas reformas favorecería la aparición de un mayor número de contribuyentes, lo que impulsaría los ingresos tributarios. “Nuestro país —dijo— no puede seguir aceptando una economía sumergida del 18% del PIB”.
Tanto Piqué como Vega de Seoane señalaron que España tiene ante sí retos gigantescos y grandes amenazas, que “solo podrán abordarse si al menos hay consensos y acuerdos entre los partidos constitucionalistas”. Obviamente se referían al problema de Cataluña, a las consecuencias que se derivarán del Brexit, y a la delicada situación de la misma Unión Europea, todo ello junto con la incertidumbre sobre la estabilidad del sistema financiero, y la que suponen los procesos electorales de Estados Unidos y los de Italia, Alemania y Francia a este lado del Atlántico.
“No podemos perder más tiempo”, era el corolario a una presentación tras la que se adivinaba la preocupación de los empresarios porque, caso de que el nuevo Gobierno no pueda gobernar, y no se aprueben unos presupuestos para 2017 modificados de acuerdo con el Pacto de Estabilidad europeo, se haga inevitable la convocatoria de unas nuevas elecciones.
Cosas de las máquinas: cuando he escrito «han acertado», lo sustituye por «has acertado» cambiando todo el sentido a la frase pero, a la máquina, ¿qué le importa?
Corregido (por un humano). Un saludo y gracias por tus aportaciones.
Las medidas del llamado «Círculo de Empresarios» recogidas por el autor del artículo, podrían rebatirse en su enorme contradicción, pero haría falta hacerlo de una forma más extensa que un simple comentario. En todo caso cabría su integración en una sola pregunta: ¿Todavía no se han dado cuenta de que la «digitalización» es una forma de cargarse talento, empleo y, en su consecuencia, aportaciones a la Seguridad Social, a la Hacienda Pública y al consumo, o es que las «máquinas» van a hacerlo por nosotros? Hay que releer las previsiones de crecimiento de hace 50 años (p.e. Hudson Institute) para darse cuenta de que no han acertado demasiado. Un saludo.