El resultado pendiente de cierre pero prácticamente inamovible, le da la victoria al demócrata Biden por 306 votos electorales frente a 232 de Trump, el mismo resultado que obtuvo Trump a su favor frente a Hilary Clinton cuatro años antes, parece una victoria contundente y lo es, máxime cuando Biden alcanzó los 80 millones de votos, más de 6 millones que su oponente, un 3,9% más de votos, victoria en 25 Estados, los mismos que Trump, pero Biden ganó en el distrito de la capital del Estado.
Esta victoria que es irrefutable, en virtud del sistema electoral americano ha estado muy cerca de convertirse en derrota. Los estados excepto Nebraska y Maine se ganan todos sus delegados por parte del más votado, independientemente de la diferencia de votos. En Nebraska y Maine sus 5 y 4 delegados se reparten en 5 y 4 distritos respectivamente y los obtienen el vencedor de casa distrito, Nebraska 4 los republicanos y 1 los demócratas y Maine 3 los demócratas y 1 los republicanos. Consecuencia de la distribución de los delegados, Trump se quedó a 10.000 de obtener los 11 de Arizona, a 12.000 votos de los 16 delegados de Georgia, a 20.000 votos de los 10 delegados de Wisconsin y a 30.000 votos de 1 delegado del distrito perdido en Nebraska. O sea con 62.000 votos más Trump hubiese obtenido 38 delegados más y Biden 38 menos, y el resultado hubiese sido favorable a Trump por 270 a 268 delegados, aun con 6 millones de votos menos.
Pero dando otra hipótesis, que es que 32.000 demócratas hubiesen optado por votar republicano también se hubiera revertido el resultado. Como ven Trump ha podido estar a 32000 votos de la victoria. Es más podía haber logrado el mismo resultado que hace cuatro años con 82.000 votos en Pensilvania y 155.000 más en Michigan, o con 120.000 demócratas que hubiesen votado republicano. No es de extrañar que Donald Trump creyese en su victoria antes de las elecciones y después de los primeros datos de la noche electoral, donde hasta el final del voto por correo el resultado no se decantó por Biden. Tampoco debe extrañar que tratase de judicializar el resultado, pues cualquier pequeña modificación podría haberle dado la victoria. Una cosa es su manera de ser y actuar y otra la diferencia electoral raquítica por la que perdió.
Y para conseguir esta derrota tuvieron que movilizarse gran cantidad de poderes fácticos, además del partido Demócrata, la mayoría de la prensa, pues hasta Fox al final se decantó neutral. Grandes empresas entre ellas las farmacéuticas que sacaron la vacuna justo después de las elecciones, dos semanas antes le habrían dado la victoria a Trump. Los demócratas cuidaron muy bien de elegir el candidato con menos rechazo, para jugar a perder Trump, más que ganar Biden.
Los pro globalización han jugado a favor de Biden, y en contra de primero América de Trump, los intereses globales primaban, y han apostado fuerte en las zonas industriales buscando revestir en las grandes ciudades el voto obrero que se perdió hace 4 años pos la candidata Clinton. Los resultados de Michigan, Wisconsin y Pensilvania se consiguieron en los cinturones industriales de Detroit, Milwaukee, Filadelfia y Pittsburg. Además en éstos Estados además de en Atlanta ciudad de Georgia y en Omaha ciudad de Nebraska el voto negro ha sido casi unánime y muy movilizado después de los conflictos raciales habidos antes de las elecciones. En Arizona han sido otros factores, el voto por correo mostraba que Phoenix votaba más republicano que demócrata, pero en ese Estado el voto latino, además de movimientos migratorios de California a Arizona, han trasladado un gran número de votos demócratas a este Estado que casi siempre resultó republicano.
Con este resultado un Presidente “no Bilderberg” sale de la Presidencia de EEUU y la Globalización marcará la política del mundo. Mucho trabajo a costado y a los números me remito Trump estuvo cerquísima de mantenerse cuatro años más de Presidente de los EEUU.
Se agradece un artículo diferente por su imparcialidad en el escabroso tema de las elecciones USA. No obstante, parece que «hay partido» hasta el momento en que se aclaren las irregularidades electorales objeto de denuncia en varios estados (Wisconsin: 792.000 votos dudosos, Pensilvania: anulación de votos por correo que llegaron tarde a los colegios electorales 650.000 o 100.000 sin identificar o Georgia: demanda contra los funcionarios acusados de manipular las elecciones….)
Entre tanto los medios de comunicación colonizados por el dinero y los intereses contrarios, así como quienes se niegan a aplicar la objetividad a sus análisis replicando simplemente lo que dicen dichos medios, seguirán hablando de malos y buenos (es el «fundamentalismo» USA que describe Johan Galtung).
De nuevo, gracias por el artículo. Un saludo.