En principio, el objeto de la visita de Barrot a Chad era solamente la de visitar e inspeccionar los campos e refugiados sudaneses instalados en el territorio chadiano de Adré, y al cual no cesan de afluir refugiados que huyen de la guerra civil que asola a Sudán. El ministro francés habría prometido una ayuda suplementaria de 7 millones de euros al Gobierno de Chad para hacer frente a la avalancha de refugiados.
La ruptura de Chad con Francia no conforma a priori un choque frontal entre los dos países. De hecho, el ministro Koulamallah ha recalcado que este proceso de separación no tiene qué ver con el que se produjo sucesivamente entre Malí, Burkina Faso y Níger con Francia, en que los gobiernos locales dieron un ultimátum a las tropas francesas para evacuar sus cuarteles. En el caso de Chad, y a tenor de lo declarado por el ministro chadiano, “nos comprometemos a respetar todas las cláusulas del acuerdo incluidas en el apartado de ruptura, incluidas por supuesto las relativas a los plazos de preaviso para su evacuación”.
Francia había definido reiteradamente a Chad como un eslabón fundamental de su presencia militar en África, punto importante de anclaje, que era ya el último de Francia en la franja del Sahel tras la expulsión de Níger, Malí y Burkina Faso, y se produce pocos días después de que el nuevo presidente de Senegal, Bassirou Diomaye Faye, haya instado a París a abandonar las bases militares de las que aún dispone en el país, invocando razones de soberanía nacional.
Precisamente, el argumento soberanista es el denominador común al que han recurrido todos los países citados que se han distanciado de Francia. No obstante, el lenguaje empleado por unos y otros comporta diferentes grados de hostilidad. En el caso de Chad, el comunicado explica que “la decisión [de romper los acuerdos militares] se ha adoptado después de realizar un profundo análisis, al cabo de los cuales se ha concluido que sesenta y seis años después de la proclamación de independencia de la República del Chad había llegado el momento de que el país reafirmara su plena soberanía, y de redefinir por lo tanto sus alianzas estratégicas de acuerdo con sus intereses nacionales”. En contrapartida, el jefe de la diplomacia chadiana señalaba que, de acuerdo con su colega francés, las relaciones bilaterales se reforzarán a todos los niveles.
El actual presidente de Chad, Mahamat Idriss Deby Itno, no olvida que fueron las tropas francesas las que ayudaron a su padre, Idriss Deby, a rechazar a las fuerzas rebeldes en sus ofensivas de 2008 y 2019. A pesar de esa ayuda, el presidente fue muerto en el frente y una junta militar tomó el poder, dándose tres años de transición, que concluyeron el pasado mes de mayo con la elección, auspiciada por la junta, de Mahamat Idriss Deby Itno.
FOTO: Emmanuel Macron | REUTERS/ CHRISTOPHE SIMON
