Cabo Verde, una conexión fundamental

En Canarias compartimos similitudes geológicas, insulares y económicas con este Archipiélago africano. La pandemia ha supuesto un freno a una relación estrecha que debe potenciarse.

Comisión África OMT
La Embajadora de España en Cabo Verde, María Dolores Ríos, el director general de Casa África, José Segura Clavell y la ministra de Industria, Turismo y Comercio, Reyes Maroto, durante la Comisión para África de la OMT celebrada este pasado jueves en la isla de Sal, en Cabo Verde.
José Segura Clavell
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— P U B L I C I D A D —

Esta semana una delegación de Casa África hemos participado en diversos eventos en el Archipiélago de Cabo Verde, en respuesta a una invitación de la Organización Mundial del Turismo para asistir a la celebración de la 64ª reunión de su Comisión para África, la CAF, poniendo en valor la colaboración que desde hace más de once años Casa África mantiene con esta organización de Naciones Unidas con sede en Madrid y que se plasma cada año en Investour, el evento internacional más importante que existe sobre el turismo en África. 

La CAF perseguía que los países africanos analizasen cómo trabajar conjuntamente para salir adelante y lograr retomar la actividad de un sector tan profundamente herido por la pandemia de la Covid-19. Al evento asistió también la ministra de Industria, Comercio y Turismo del Gobierno de España, Reyes Maroto. 

El reto es enorme, mayúsculo: Recuperar el turismo después de un ‘cero’ tan prolongado por la pandemia en los países africanos se presenta como una labor complejísima y titánica. Obviamente, uno de los primeros obstáculos es el de la vacunación, y afortunadamente Cabo Verde es uno de los 10 países africanos con mejor índice de vacunación en el continente. 

Porque la situación habla por si sola: en el mundo se han administrado ya 5.000 millones de dosis de las diversas vacunas contra el coronavirus y solo un 2% lo han sido en el continente africano. Si bien en las últimas semanas hemos ido leyendo buenas noticias relativas no solo a la llegada sino a la próxima fabricación de vacunas en el propio continente (Egipto y Sudáfrica ya están en el camino), el dato es impactante. Sin una vacunación global aumentará el riesgo de que aparezcan y proliferen nuevas variantes, que podrían devolverlo todo, de nuevo, a la casilla de salida si se diese el caso de una nueva variante resistente a las vacunas, tal como hemos manifestado en artículos precedentes.  

Por ello, en este evento tan africano (solo la ministra Reyes Maroto y un ministro de Arabia Saudí no eran del continente), los países africanos han hablado de la necesidad imperiosa de no considerarse competidores, sino aliados, en la recuperación turística, un pilar fundamental para levantar las economías en la época postpandemia. Han hablado de los pasaportes de vacunación y de medidas para facilitar visados y comunicaciones, con el fin de promover el turismo intraafricano (aún poco representativo).  

En definitiva, caminar juntos y poder hacer un ‘restart’, como ellos mismos dicen, del turismo en África, tan dependiente aún del turismo llegado del exterior. España, por su parte, ha apoyado la idea de incrementar la agenda africana en el seno de la OMT y ha puesto a disposición de los países africanos todo el conocimiento y la experiencia en el campo turístico, algo que se ha ejemplificado en la firma de un Memorando de Entendimiento (MOU) entre el Gobierno de España y el de Cabo Verde.  

Una vez más hemos constatado la potente presencia de empresas españolas (y particularmente, canarias), no solo del sector turístico, sino en muchos ámbitos, en el Archipiélago de Cabo Verde, como la reutilización de aguas o temas relacionados con las energías renovables. Es un hecho que Cabo Verde, se parece muchísimo a nuestras Islas Canarias. Sal, la isla con mayor infraestructura turística, recuerda mucho a Fuerteventura. Geológicamente, además, el origen volcánico de ambos Archipiélagos nos iguala aún más.  

Los caboverdianos clasifican sus islas entre las de Sotavento y las de Barlovento, terminología equivalente a la que nosotros hacemos entre las orientales y occidentales. Tienen islas de grandes playas en Sotavento (Sal), como nosotros, y un gran volcán en una de las islas de Barlovento, (el monte do Fogo), como nosotros tenemos el Teide. En el campo vulcanológico, por ejemplo, es donde hemos abierto desde Casa África varias posibilidades de colaboración y de generación de contactos no solo entre canarios y caboverdianos (ya existen de hace años, poniendo en valor el alto nivel de las líneas de investigación vulcanológica que existen en Canarias), sino al resto de países africanos con volcanes activos.  

La visita a Cabo Verde nos ha permitido compartir tiempo y muchas conversaciones con los empresarios españoles (y los técnicos de sus empresas) presentes en este Archipiélago, muchos de ellos canarios. Y lamento decir que el momento que viven, como nos trasladaron, es “muy frustrante”. El potencial de trabajo y negocio en las islas es enorme, pero la pandemia puso fin a un elemento que constituía una ventaja diferencial, la excelente comunicación directa por vía aérea que existía con Canarias.  

La realidad es que desde que llegó la COVID-19 tuvieron que interrumpirse las comunicaciones aéreas existentes entre Cabo Verde y Canarias, vuelos directos que tanto ayudaban a nuestro empresariado a conectar rápida y directamente. 

Por último, aunque no menos importante para Casa África, pudimos por fin (algo que la pandemia había ido posponiendo) presentar un libro de nuestra colección de literatura que firma Jorge Carlos Fonseca, nada más y nada menos que el presidente de la Republica de Cabo Verde. Fonseca es, mucho antes que politico, poeta, escritor y académico de prestigio, con doctorados honoris causa en universidades de Portugal, Brasil y Senegal.  

El Albergue español, el libro que Casa África tradujo e incluyó en su colección de literatura en colaboración con la editorial El baile del sol, es un libro complejo que mezcla poesía, prosa y ensayo y que deja al descubierto el enorme bagaje cultural y literario de su autor.  

Fue un enorme placer presentar el libro del presidente caboverdiano con la presencia de la ministra Reyes Maroto, nuestra embajadora en Cabo Verde, María Dolores Ríos, del alcalde de la isla de Sal y de buena parte del empresariado español presente en Cabo Verde.   De la visita a Cabo Verde me quedo con la seguridad mostrada por los empresarios que confirman el potencial y capacidad de este país amigo, tan próximo a nosotros, para ofrecernos grandes oportunidades de colaboración. A finales de noviembre tenemos una cita importante para las relaciones Canarias-Cabo Verde. La comisión mixta que reúne al Estado caboverdiano con el Gobierno autonómico canario supondrá la oportunidad para relanzar la cooperación y el diálogo entre ambas regiones, una conexión fundamental para ambos.


FOTO: La Embajadora de España en Cabo Verde, María Dolores Ríos, el director general de Casa África, José Segura Clavell y la ministra de Industria, Turismo y Comercio, Reyes Maroto, durante la Comisión para África de la OMT celebrada este pasado jueves en la isla de Sal, en Cabo Verde. 

1 Comentario

  1. Seguimos creyendo en el impulso de un turismo amordazado, monitorizado sanitariamente y sujeto a cualquier medida caprichosa de cualquier país del mundo. «Perder toda esperanza» (en la puerta del infierno) según Poe.
    Desde luego no ayudan mucho las interpretaciones oficiales sobre el SARS CoV2 y sus llamadas «vacunas», sino que crean una confusión mayor y que, mucho me temo, será ya irreversible. El virus se ha salido del campo de la Ciencia para entrar en el campo de las creencias, las doctrinas mediáticas y el «famoseo» televisivo.
    Es curioso -y quizás el autor podría aclararlo- el porqué Africa con «sólo un 2% vacunado» tiene unas tasas de letalidad muy inferiores a los de países con alta vacunación (que -al parecer- es donde se producen las mutaciones del virus). Las tablas publicadas así lo reflejan. Por ejemplo: Nigeria con una población de más de 200 millones, sólo tiene 2.178 muertes; Uganda con más 44 millones (más o menos como España) tiene 2.752; Sudán más de 42 millones, 2.776 muertes; Kenia más de 47 millones, 4.057 muertes…… etc.etc.

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