Primer discurso de Patxi López

Patxi López, presidente del Congreso
El Mentor
Por
— P U B L I C I D A D —

Señoras y señores Diputados:

Quisiera que mis primeras palabras (y estoy convencido que recojo en ellas el parecer de todos ustedes) generic ambien Cámara que aúna la voluntad del conjunto de la sociedad española, para expresar nuestra cercanía con las víctimas que, un nuevo atentado terrorista, provocó ayer en Estambul. Y desgraciadamente, también otro esta misma mañana en Camerún.

Palabras para manifestar nuestra solidaridad con el pueblo turco, el camerunés y con todos los países que hoy lloran a sus ciudadanos asesinados y heridos en estos brutales atentados. Y nuestra determinación de unir nuestras voluntades con las de todos aquellos que defienden y defendemos la Libertad y la Democracia para combatir esta lacra terrorista.

Y otra lacra insoportable es la violencia machista que esta misma mañana se ha cobrado una nueva víctima en Tarragona. Cuatro víctimas ya en lo que va de año, que vuelven a arrojarnos a la cara la necesidad y nuestra obligación de buscar y de tejer un gran acuerdo, un Pacto de Estado sin fisuras para combatir de manera integral y sin cuartel esta violencia que nos humilla a todos y a todas.

Señorías, como comprenderán, es un gran honor para mí aceptar el nombramiento de Presidente del Congreso. Y quiero, en primer lugar, agradecer, en mi nombre y en el de toda la Mesa, la confianza que acaban de depositar en nosotros para dirigir y acompañar la vida de esta institución. Mila esker, Moltes gràcies. Moitas grazas. Muchas gracias a todos y a todas.

Y me gustaría que supieran que este es un agradecimiento sincero y nada protocolario, a todos ustedes, hayan votado lo que hayan votado. Porque lo sustancial es que todos hemos asumido, (antes del resultado), el acatamiento a las normas que es lo que nos hace a todos y a todas miembros, partícipes y compañeros de la misma democracia.

Hoy, el acto verdaderamente significativo no es la Elección de la Mesa sino la constitución del Congreso de la undécima legislatura. Todos los parlamentarios y parlamentarias nos hemos reconocido mutuamente iguales e igualmente representantes de los ciudadanos y ciudadanas de España. Nos hemos reconocido a cada uno (a cada una) el poder de la representación de los electores. Y así, este hemiciclo, se convierte en la representación de toda la sociedad española. De todos sus ciudadanos y ciudadanas, cuya voluntad, libremente expresada, está contenida en esta Cámara.

Por eso y porque esto no siempre ha sido así, permítanme que recuerde a todos aquellos que dieron lo mejor de sí mismos (incluso su vida) para que este acto, que tiene su parte protocolaria sea, sobre todo, un acto de Libertad.

Quiero recordar especialmente a Clara Campoamor que luchó para abrir la puerta de este hemiciclo a media España marginada. A las mujeres.

Quiero recordar a los que, durante la dictadura, se mantuvieron fieles a los valores de la democracia; a los que resistieron defendiendo la libertad frente al terrorismo. A los que nos precedieron en estos escaños, dignificando el ejercicio libre de la política noble.

Y esa libertad, la Libertad, es una conquista que hay que defender día a día. Y ningún poder debe imponerse a la ciudadanía reunida en este Congreso. En nuestras manos, señorías, está la responsabilidad de defender la autonomía de la política, la autonomía de la voluntad ciudadana, frente a cualquier presión externa a la representación democrática de la sociedad española.

Hay en esta cámara representantes que defienden ideologías y políticas diferentes, y hay también diputados y diputadas que defienden diferentes formas de entender la identidad.

Esa es la esencia misma de las sociedades libres. La pluralidad ideológica y la diversidad de identidades, son la sangre que alimenta a una sociedad libre y democrática. Por eso, la discrepancia y la crítica, pero también el diálogo y el acuerdo, son los elementos fundamentales de la vida política en democracia. Y eso es lo que nos va a corresponder desarrollar y ejercer aquí: dialogar, debatir y buscar entendimientos.

El diálogo y el entendimiento como grandes valores políticos.

Porque España es plural en lo ideológico y diversa en la forma de entender las identidades. Pero es, ante todo, un proyecto común. España no es un mapa ni una identidad, es el pacto ciudadano por la libertad y el progreso colectivo. Ciudadanos y ciudadanas de cada rincón de este país tuvieron un mismo sueño de libertad que les unió a todos, y juntos hemos construido la época de mayor progreso y libertad de toda nuestra historia. Y juntos ahora, como hicimos en otras ocasiones importantes de nuestro pasado reciente, debemos saber gestionar las discrepancias y buscar, en todas las ocasiones que sea posible, más lo que nos une que lo que nos separa, porque esa es la esencia misma de nuestro país y la esencia misma de la democracia.

Y debemos entender muy bien que Esta Cámara es la expresión de esa pluralidad y diversidad del conjunto de la sociedad española, y por eso debemos ser, sobre todo, guardianes y garantes de esa pluralidad y diversidad para que la democracia misma no sea marginada.

Señorías, estamos viviendo tiempos de gran incertidumbre, la sociedad española debe hacer frente a nuevos problemas en este nuevo siglo: la globalización que ha trastocado todas las relaciones económicas y políticas; la consolidación de la Unión Europea frente a la tentación de dividir nuevamente Europa con fronteras, de norte a sur y de este a oeste. Pero también tenemos viejos problemas que resurgen con especial crueldad, como la desigualdad insoportable entre los que tienen mucho y los que no tienen nada, o casi nada.

Y nos corresponde a todos y a todas los que estamos aquí, poner en marcha las necesarias reformas políticas e institucionales para enfrentarnos a estos problemas y dar respuesta a lo que, de verdad, esperan de nosotros los ciudadanos y ciudadanas de este país.

Para todo ello, esta Mesa, les pide ayuda, colaboración y compromiso. Y espera no defraudar su confianza, estando a la altura del reto que hemos asumido colectivamente.

Así que, para ponernos a ello cuanto antes y de conformidad con lo dispuesto en el artículo IV del reglamento de la Cámara, declaro constituido el Congreso de los Diputados y de este hecho se dará cuenta a su majestad el rey, al Senado y al Gobierno.

Se levanta la sesión.

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