La nigeriana Ebele Okoye es una mujer excepcional, dadas todas las cualidades que atesora; entre ellas su excelente castellano, sin ningún error ni de género ni de número, en medio de un entorno en que el idioma de Borges no existe. Esta licenciada en y con un máster en Farmacia Clínica, pertenece a la tribu Igbo, una de las cuantas etnias que comprende Nigeria; país que con unos 924.000 kilómetros cuadrados habitan ¡170 millones de personas!
Aquí es donde, a mi juicio, se debería esforzar más la cooperación internacional, si se quieren atender a los problemas del llamado Tercer Mundo: en un riguroso control de la natalidad. De poco sirven el difícil desarrollo a que van llegando algunos países y la cuantiosa ayuda internacional, si el crecimiento vegetativo se dispara descontroladamente. Pero en fin… ese es otro tema.
Ebele Okoye estuvo en Madrid para recibir el “Premio Harambee 2018” por la labor desempeñada en el seno del Programa AMAD, perteneciente a la ONG Women´s Board, en la que trabaja. Esta iniciativa va dirigida, principalmente, a la alfabetización de niñas; capacitación empresarial y acceso a los microcréditos para las mujeres. Lo que está teniendo bastante éxito no sólo en Nigeria y en el resto de África, sino en otras partes del mundo, dado que las mujeres están siendo más responsables que los hombres en este tipo de proyectos; emplean bien el dinero del microcrédito, y algo muy notable: lo devuelven. AMAD también lleva su iniciativa a la formación para promocionar servicios médicos y dentales; adquiere herramientas y máquinas simples para facilitar el procesamiento de yuca. En el sector de la industria artesanal incrementa la fabricación de textiles, jabón líquido o tejidos.
Los resultados de AMAD se traslucen en que 230 niñas y adolescentes han cursado formación profesional desde 2008 y unas 270 universitarias se han incorporado al proyecto; capacitando a más de 1.000 mujeres que en este momento se están desempeñando en la industria y en todo tipo de habilidades empresariales. Esto sin contar el gran valor añadido que tanto en dignidad y ética, pero también en economía ha venido generando el proyecto desde entonces.
Razón por la cual “Harambee” le ha concedido el Premio. Pero ¿qué es harambee? Ante todo, es una expresión en swahili que sirve para convocar a un grupo de personas con el fin de llevar a cabo una determinada tarea. Es una clave que une, que invita a la solidaridad; un todos juntos, como un solo ser, para ayudarse mutuamente. Aunque el swahili no se habla en Nigeria, el país de la doctora Ebele Okoye; ni falta que le hace al proyecto “Harambee”. Organización internacional que trabaja en 18 países de África subsahariana, incluido el gigantesco e insular Madagascar. Desde 2002 ha realizado 61 proyectos, imponiéndose como máxima que sean los propios africanos destinatarios de dicha cooperación los artífices de la misma. Sólo su empoderamiento, como actualmente se dice, será capaz de sacarlos del subdesarrollo, pues están inteligiblemente capacitados para ello.
Personas de todo el mundo colaboran con “Harambee”. En España su comité directivo lo encabeza Antonio Hernández Deus y la presidenta de honor es S.A.R. doña Teresa de Borbón Dos Sicilias. La actividad va desde la escolarización de niños y jóvenes, hasta certámenes como “Chef to Chef”, en que prestigiosos cocineros españoles apadrinan a estudiantes de hostelería en países como Costa de Marfil, Kenia o Uganda; o diseñadoras de nuestro país, que hacen lo propio con colegas africanas para que éstas se desempeñen al frente de sus talleres y estudios de confección.
¡Harambee, harambee!, todos juntos por África!” como reza su lema, debe ser la consigna. Pero que sean los africanos sus propios protagonistas.
FOTOS: Harambee.es