La música es el arte de combinar los sonidos de la voz humana o de los instrumentos, o de unos y otros a la vez, de suerte que produzcan deleite, conmoviendo la sensibilidad, ya sea alegre o tristemente. En inglés, ‘The Book of rock’ es ‘el libro de piedra, o roca’. Musical es lo «perteneciente o relativo a la música». Moncloa debe su nombre a los condes Monclova, título que ostentan los duques del Infantado, dueños de parte de los terrenos donde se asienta el madrileño distrito Moncloa, en el que está el palacio del mismo nombre, sede de la Presidencia de Gobierno. Zorra, persona muy taimada, astuta y solapada, prostituta.
Una acomodadora del Teatro Calderón vendía, por un euro ‘porque no esté la cosa para regalar’, el programa de mano del musical The Book of Mormon. The book of de rock, tradujo una mujer al chorbo que arrastraba de la mano. Book, libro. Rock, piedra. La piedra angular bíblica, al sentarnos, llevó la atención a Pedro Sánchez; éste al libro hecho para su gloria y retrato. Y, ya sentados, a una recomendación: ‘Mejor, desde el final hacia adelante’. Dócil, leí: ¡Mamma mía! El musical. Lo necesitABBAs (2 bes). Bienvenidos a Broadway. Chicago musicales. Es ahora o nunca, ¡Matilda!, el musical. SOM Academy, centro autorizado superior de Arte Dramático. Grado superior Teatro Musical. Pregrado. Otros Cursos. SOM Academy Junior. Teatro Musical para adultos. “Mormones, pero pasa de ellos. Mejor verlo como rock made-Moncloa”, siguió aconsejando la señora.
Libreto, Música y Letra de Trey Parker y dos más. Dirección Original de Casey Nicholaw. Producción de Broadway Anne Garefino. Producción ejecutiva, Orquestación y Arreglos musicales y vocales. En España produce SOM, dirige David Serrano e inscriben dieciséis títulos para Dirección musical, Coreografía, Iluminación y más. No consta y puede que no tenga subvención pública.
El argumento, si lo tuviera, intenta contar las peripecias desordenadas de unos misioneros de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, que, elegidos en la escuela de los mormones en Salt Lake City, han de hacer apostolado en una aldea africana. Como protagonistas, Elder Price (Jan Buxaderas y Elder Cunningham (Alejandro Mesa). Intentar seguir la función siguiendo cánones es absurdo. En escena, uno tras otro, sin hilazón y en muchos casos con mal gusto, aparecen lo que pretenden ser sketches de humor, una sátira en la que se mezcla la fe, el apostolado y la solidaridad entre mormones y con los nativos. Jóvenes con corbata y camisa blanca, biblias y el libro del Mormón. Enfrente, sida, contagio y enfermedad. Jerga sucia entre homosexuales. Lenguaje descarnado. Procacidades (“me pican los huevos por chinches”). Aberraciones (“me voy a follar a un bebé para curar el sida”). Incluso blasfemias (“mecagüendiós”). Repetidos sin motivo. Como broche: el bautismo de unos nativos.
A pesar de la propaganda, o por ella, la función produce una mezcla de estupor y asco. Merece la pena la coreografía, la profesionalidad de los bailarines y el hallazgo de un artista joven, Alejandro Mesa, que llega a la excelencia como muestra de la pléyade de nuevos actores españoles que han cursado Arte Dramático y Teatro Musical.
En algún caso, también, con vergüenza y sonrojo para coetáneos, hay espectadores a los que la función les produce sonrisas bobaliconas que llegan a carcajadas. Entre ellos, la mujer que recomendaba leer el programa de mano leyendo desde el final hacia adelante. Con ello, The Book of Mormon, vira hasta The book of the rock, el libro de piedra. El rock de Pedro. Y lo que nace al lado. Florecido, si no hay una helada que lo evite, como fruto aberrante de una forma de hacer que con Sánchez presidente nace en Moncloa, anida en el Teatro Calderón y representa el grupo Nebulosa, que hace música, o algo parecido, en Benidorm para representar a España en Eurovisión: ¡Zorra!