Eterna juventud. El concepto ha sido una fascinación que ha perdurado a lo largo de la historia de la humanidad. Una de las primeras referencias surge en los textos del historiador griego Herodoto que en el siglo IV antes de Cristo refirió un encuentro entre EZANA, rey de Etiopía y emisarios del monarca persa CAMBISES II. La preocupación de los asiáticos era conocer la razón por la que los etíopes eran longevos y gozaban de excelente salud y fortaleza a edades avanzadas. Saltando en el tiempo, el evangelio de San Juan hace referencia a un milagro en el que JESÚS sana a un lisiado en el ESTANQUE BETESDA.
En la actualidad, la pregunta es ¿y si la eterna juventud está dentro de nuestro propio organismo?. Aquí dejamos la historia y vamos a la ciencia.
En el Siglo XIX, (1872), el médico austriaco CARL HEITZMANN cura la pata de su perro. Observando que existen unas células indiferenciadas que regeneran tejidos y las llama HEMATOBLASTOS. Ahí queda solitario su descubrimiento.
En el Siglo XX (2005), a los canadienses ERNEST MC CULLOCH y JAMES TILL se les da el premio LASKER por descubrir las células madre HEMATOPOYÉTICAS.
En 1960, EDUARD DONNALL THOMAS hace el primer trasplante de médula ósea para curar la leucemia, que le valió el premio Nobel de 1990.
A partir de aquí se estudia que no solo hay células madre en la médula o en los embriones. También cualquier célula adulta se puede convertir en pluripotente con factores exógenos. Ésto vale el premio Nobel a SHINYA YAMANAKA (2012).
Se sigue investigando con otros proyectos. Como el PROYECTO BRAIN, cuyo Director en la Universidad de Columbia es el neurobiólogo español RAFAEL YUSTE, para intentar modificar las vías neuronales afectadas y curar enfermedades mentales degenerativas del sistema nervioso.
Falta citar al brasileño Dr. ANTHONY ATALA. Con su impresión de órganos viables en impresoras 3D. En las que los cartuchos de tinta son sustituidos por cartuchos de células en impresoras biológicas 3D. Varios de los órganos obtenidos de esta forma ya han sido implantados con éxito.
Cada vez estamos más cerca de cumplir el mito de la eterna juventud.