Hoy iniciamos nuestro texto con la satisfacción por la noticia de que el arquitecto burkinabé Francis Kéré acaba de convertirse en el primer africano que obtiene el Premio Pritzker, el galardón de mayor importancia en el mundo de la arquitectura, coloquialmente conocido como el Nobel de la Arquitectura. Kéré es una prueba más de la excelencia africana, basada en Berlín en este caso y comprometida con África y Europa a un tiempo. Su capacidad para detectar las necesidades básicas, ajustarse a un presupuesto exiguo y utilizar técnicas y materiales vernaculares de las comunidades, implicándolas en la construcción de su obra, son las características que lo hicieron destacar entre sus competidores, además de la indudable belleza de sus construcciones. Nos satisface ver cómo se recompensa la creatividad africana y, sobre todo, comprobar, una vez más, que África no es solo noticia por el drama, la miseria o la guerra y que la innovación y la inventiva son parte de su vida cotidiana.
Esta noticia me lleva a otro premio, el Princesa de Asturias, al que desde Casa África solemos proponer candidaturas de africanas y africanos a quienes conocemos y que trabajan, desde diferentes ámbitos, por construir un mundo mejor. Sin ir más lejos y a modo de ejemplo, recordamos que apoyamos la candidatura de Caddy Adzuba, una periodista congoleña que lucha contra la violencia sexual en el conflicto a múltiples bandas que asuela su país y que logró este reconocimiento, en lo que se refiere a la categoría de la concordia, en 2014. Cada año, conscientes de nuestro papel como portavoces de la sociedad civil, intentamos apoyar una cuota africana que nos parezca representativa y este año no ha sido diferente. Lo que nos parece reseñable en esta ocasión es el enorme apoyo y la repercusión que consiguió nuestra propuesta de este año, apoyo y repercusión que muestran lo necesario de este reconocimiento a la persona propuesta: un escritor africano que escribe magníficamente en español, con cultura española y ecuatoguineana y al que tenemos un enorme aprecio, Donato Ndongo.
A mediados del pasado mes de noviembre, colaboramos con el Instituto Cervantes en el Encuentro de Hispanistas África-España, que se celebró en la sede de esa institución en Madrid. Durante el transcurso de sus debates, su nombre surgía continuamente, reivindicado por todos como una figura de consenso, a la que se llegó a calificar de idónea para el Premio Cervantes. Adivinan, por supuesto, que se trata de Donato Ndongo. El señor Ndongo es un escritor ecuatoguineano de relevancia y calidad indudables, que también participó en el encuentro con una charla sobre la literatura ecuatoguineana en español. Recibió el homenaje unánime y fervoroso de sus pares escritores, españoles y africanos que escriben en español, y de hispanistas y estudiosos de la literatura en nuestro idioma. Se le reivindicó, en esta cita, como una figura fundamental de nuestras letras. De hecho, el propio director del Cervantes, un escritor tan reconocido como es Luis García Montero, se refirió a su envergadura como autor.
Este reconocimiento es solo una de las razones que nos llevó a postularle para el Premio Princesa de Asturias de las Letras. Sabíamos que la Asociación de Africanistas de España, liderada por Mbuyi Kabunda, el sector del hispanismo hispanoafricano y los académicos españoles que trabajan en cuestiones del continente se sumarían gustosos al carro de esta candidatura, ya que conocen y aprecian al señor Ndongo. Lo que no esperábamos fue la respuesta masiva, entusiasta y cálida de asociaciones afrodescendientes y de la diáspora y de universidades y personalidades africanas, como la propia Academia Ecuatoguineana de la Lengua Española en pleno. Donato Ndongo lleva años radicado en territorio español, pero esto no es óbice para que se le respete, quiera y lea en su continente, donde es un referente especialmente significativo para las personas que aprenden español. Ni para que sea todo un referente en la comunidad afro en España, como demuestra su movilización en redes sociales para apoyar esta candidatura.
Llegados a este punto, déjenme, por favor, que les presente a este autor, que debería ser parte de las lecturas obligatorias de nuestros estudiantes en institutos y universidades y tener el reconocimiento que merece entre los autores que dan lustre a nuestra lengua.
Autor de numerosos artículos en la prensa española y de diversos libros de narrativa, ensayo y poesía, Donato Ndongo ha publicado, entre otros títulos: Historia y tragedia de Guinea Ecuatorial, España en Guinea, Las tinieblas de tu memoria negra (traducida al inglés y el francés ya) y El metro. Su labor trasciende una prosa elegante y cuidada para entrar también en la conexión hispanoafricana, promoviendo el africanismo en España y la hispanidad en el continente africano. En los círculos académicos especializados se le considera el máximo impulsor y el creador más notable de la literatura escrita en Guinea Ecuatorial (les recuerdo que en español) y uno de los escritores africanos más relevantes. Sus ensayos abordan la historia ecuatoguineana, por primera vez, desde la perspectiva ecuatoguineana y un título concreto, Historia y tragedia de Guinea Ecuatorial, que acaba de actualizar para que Casa África lo publicara el año pasado en nuestra colección Historia y Política, editada en colaboración con la editorial Bellaterra, es una obra imprescindible para conocer los entresijos de este país. No rehúye tampoco las dificultades de la poesía y firma el poemario Olvidos, además de los cuentos recopilados en el volumen titulado El sueño y otros relatos. Por si todo esto fuera poco, Donato Ndongo también destaca en el campo de la filología hispánica, siendo un gran experto (probablemente el mayor) en literatura ecuatoguineana en español. Su obra Antología de la literatura guineana, publicada en 1984, fue otro hito y es considerada como la obra fundacional de la literatura de este país escrita en español. Dentro de su labor docente hay que reseñar que, además y entre otras cosas, fue profesor visitante en la Universidad de Missouri-Columbia.
Comprenderán que nos parezca tardía, pero inevitable, esta candidatura, ya que Donato Ndongo es un creador, un investigador, un divulgador y una piedra fundacional de la consolidación de la lengua española en Guinea Ecuatorial y su expansión en el continente africano. Esta candidatura también pretende, además, poner de relieve la labor inconmensurable de los escritores ecuatoguineanos, único país hispánico de África, en un contexto regional fundamentalmente francófono.
En Casa África consideramos que el premio Princesa de Asturias a Donato Ndongo llegaría en un momento en el que las voces de autores africanos se hacen acreedoras de premios literarios internacionales de gran prestigio. Especialmente en el último año, cuando el Nobel recayó en el tanzano Abdulrazak Gurnah; el Premio Camoes, en la mozambiqueña Paulina Chiziane; el Premio Goncourt, en el senegalés Mohamed Mbougar Sarr; el Premio Neustadt, en el también senegalés Boubacar Boris Diop, y el Premio Booker, en el sudafricano Damon Galgut. Nos parece pertinente que, como nosotros, el resto de nuestros compatriotas conozca y reconozca con un premio tan importante a un escritor tan significativo y excelente como Ndongo. Sabemos que es el mejor escritor vivo de Guinea Ecuatorial y además, repito, escribe en la lengua que compartimos, adornándola, dándole brillo y reivindicándola internacionalmente. Al proponerle a este premio, consideramos que nos hacemos un favor a nosotros mismos, a nuestra literatura y a nuestra lengua.
FOTO: Donato Ndongo
Conocí a Donato Ddongo hace ya muchos años, en la década de los 70/80. Tuvimos una buena relación ya que además éramos vecinos en la misma urbanización. Hablamos mucho de política y sobre todo de su Guinea Ecuatorial en tiempos difíciles. Luego perdimos el contacto.
Hoy desde aquí le doy mi enhorabuena por el premio recibido y le envío un cordial saludo.