Tiempo Liberal y el Centro Diego de Covarrubias le invitan a asistir a la Mesa Redonda sobre “Constitución y Derecho”, que tendrá lugar el próximo jueves 19 de enero a las 19:00 horas en la Universidad San Pablo CEU, en la que participarán los siguientes ponentes:
- D. José Antonio Escudero – Presidente de Honor de la R.A. de Jurisprudencia y Legislación
- D. Ramón Rodríguez Arribas – Ex Vicepresidente del Tribunal Constitucional
- Dña. Consuelo Madrigal Martínez-Pereda – Ex Fiscal General del Estado
La entrada será libre hasta completar el aforo del Salón de Grados de la Universidad San Pablo CEU (calle de Julián Romea, 23 – Madrid), registrándose previamente en www.centrocovarrubias.org
¿Qué nos está pasando?
Este mundo occidental presidido por lo que llamamos “democracias liberales” está reventando y destruyendo los pilares en que se sustentaban, o al menos, esa es la percepción de gran parte de sus ciudadanos que ven impotentes como esto sucede.
Entre ellos el mundo del Derecho, tal como se concebía desde la implantación de unas “cartas magnas” o “constituciones” para la convivencia social, según las pautas de lo que deben ser unas democracias reales (no impostadas) presididas por valores y principios morales y políticos que unen en lugar de disgregar, que unan en lugar
de confrontar.
Nuestra Constitución de 1978 surgió como colofón de una reconciliación nacional que ya era un hecho social antes de que se promulgara, donde las cuentas pendientes -si las había- estaban ya saldadas desde hace tiempo. El texto, es una muestra de esfuerzo por incluir a todos, aunque todos ya estaban incluidos en la ilusión de un proyecto común democrático. Incluso nuestra incorporación a la UE tenía mucho de ilusión compartida con el resto de ciudadanos europeos que, hoy día, parece hacer aguas.
Los “valores” superiores del ordenamiento jurídico español son: la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político, todo ello emanado de la soberanía nacional, de la que también cuelgan los “poderes” del Estado: legislativo, ejecutivo y judicial. Cada uno de ellos con funciones orgánicas específicas que no pueden ni deben ser interferidas ni puestas al servicio de ideologías particulares. Menos de proyectos personales.
Pues bien, algo grave está ocurriendo en todo ese mundo que se pretende ejemplar, para que estemos asistiendo a una perversión de valores, a un retorcimiento de las normas y a una verdadera modificación “de facto” de nuestra Constitución hasta convertirla en “papel mojado”.
Esta preocupación social que se recoge desde la sociedad civil y que no parece asunto de interés institucional, nos ha llevado a este acto promovido con la sola intención de que, a su final, podamos haber aclarado la situación actual y, en consecuencia, podamos señalar libremente donde está el problema de nuestros estados de Derecho.